El objeto fundamental de la floculación es mejorar la eficacia de los filtros aumentando el tamaño
de las partículas a eliminar, ya que si las partículas son muy pequeñas no quedan retenidas en
el lecho filtrante y retornan al vaso produciendo un enturbiamiento del agua.
Los floculantes se inyectan en el circuito de recirculación mediante bomba dosificadora.
Los más utilizados son el sulfato de aluminio a dosis de 5 a 20 mg/l y el polihidroxicloruro de
aluminio a dosis de 0,5 a 2 mg/l.