Para combatir el crecimiento de las algas existen varios productos, entre los que destaca por su
uso más habitual el sulfato de cobre, el cual se debe utilizar con precaución debido a su
toxicidad, siendo suficiente para que ejerza su acción una dosis de 0,1-2 mg por litro de ión
cobre según los casos.
Durante el período de ausencia de bañistas, se puede utilizar preparando una solución de sulfato
de cobre al 10% de producto comercial en polvo, que se introduce directamente a lo largo de las
paredes de la piscina.
La dosis necesaria es de 250 g de polvo por cada 50 m3 de agua. Después de unas horas debe
pasarse la barredera de piscina.
También puede añadirse el sulfato de cobre, a razón de 2 g por m3, mediante un dosificador que
funcione de forma discontinua.
Una cloración con fuertes dosis consigue similares resultados algicidas pero siempre ha de
realizarse en horas de ausencia de bañistas.
LA ADICIÓN DE CUALQUIER ADITIVO DURANTE LAS HORAS DE BAÑO SE REALIZARÁ
CON DOSIFICADOR AUTOMÁTICO