Ya se ha comentado en la definición de piscinas que los vasos están permanentemente
llenos de agua. Como todo volumen de agua estancada, la de las piscinas está sometida a
procesos de degradación incrementados por la continua inmersión de personas que actúan
como vehículos de agentes contaminantes. En un primer momento de la historia de las piscinas
se vaciaba el vaso cuando era evidente que el agua estaba sucia, procedimiento que derivaba
de los ciclos de llenado y vaciado de las albercas en las huertas (antecesoras inmediatas de las
piscinas). Sin embargo, este procedimiento no garantiza la calidad sanitaria del agua además de
suponer un derroche de un recurso escaso (en las piscinas el agua no se utiliza después para
regar). En la actualidad, las aguas de piscinas se regeneran en un circuito cerrado, es decir, el
agua progresivamente contaminada por los bañistas se somete a un tratamiento adecuado y se
vuelve a introducir en la piscina. Veamos primero cuáles son los agentes causantes de la
contaminación para después detenernos en los procesos de tratamiento del agua.