Un jardín con vida
Aves que normalmente viven en forma silvestre, ya sea en América Latina o en algún país del lejano Oriente, pueden ser parte de su parcela. De fácil cuidado y gran belleza, gansos hawaianos, faisanes, patos del altiplano y hasta un par de grullas son un vivo complemento ornamental en su jardín y es también una forma de preservar aves exóticas en el hogar.
En Paico Alto, por el camino viejo a Melipilla, existe un criadero de aves exóticas con alrededor de 160 especies diferentes, entre las que se cuentan cuatro variedades de cisnes, nueve de faisanes, dos de pavos reales, veinte de gallinas, cuarenta y ocho de patos y otros animales, como ciervos y ñandús.
Mascotas de agua o corral
El deterioro del medio ambiente ha puesto en peligro a numerosas especies nativas de Chile. Tal es el caso de algunas variedades de cisnes, de patos y el simpático ciervo chileno, el pudú. Se están desarrollando programas para su preservación, y usted también puede colaborar con esas iniciativas criando en su parcela alguna de esas especies.
Si en la propiedad hay una vertiente natural, un tranque o estanque con agua para el regadío, una buena idea sería criar cisnes de cuello negro o una pareja de patos. Las gallinas ornamentales reemplazan a las comunes, pero además son decorativas. "Los animales tienen una estética especial y le dan al lugar donde viven una dinámica distinta", dice Eduardo Castillo, ornitólogo y dueño del "Criadero y Reserva de Fauna Correntinos", quien lleva doce años trabajando con especies consideradas exóticas.
Y, en rigor, se denomina así -"exótico"- a todo ejemplar que no pertenece a la fauna nativa. En este caso, a las especies poco comunes y que en el medio chileno tienen, comparativamente, una mayor dificultad para reproducirse. Y entre las especies exóticas se reconocen las silvestres y las ornamentales.
Aves exóticas en peligro de extinción
Las aves silvestres, que viven en el hábitat que le es propio a cada especie, encuentran condiciones que permiten su desarrollo y procreación sin dificultades. Sin embargo, ese mundo que habitan está siendo modificado a enorme velocidad por la intervención del hombre, lo que ha determinado el deterioro de la flora y el riesgo de extinción de los seres que nos acompañan en el planeta. Así, tanto en nuestro país como en el resto del mundo se ha convertido en una necesidad urgente el criar en cautiverio a las especies en peligro, como una solución que ofrece alguna garantía de éxito es, sin duda, también una forma de devolver la mano a la naturaleza que ya no puede recuperar su ritmo de equilibrio sin la participación decidida del hombre, que ha sido en muchos casos el principal depredador.
Esta es una de las razones que han motivado a Eduardo Castillo para preocuparse de criar especies que pueden desaparecer en breve tiempo si nada hacemos por ellas, y de fomentar su crianza entre las personas que se sienten inquietas ante esta desoladora realidad. Por otra parte, tal actividad no deja de ser una interesante y novedosa entretención.
Tampoco se puede dejar de lado la belleza de algunas especies de aves -como las ornamentales-, parte perfecta de los caprichos de la naturaleza que las dotó de intensos colores y vistosos plumajes, o formas especialmente delicadas. El cuidado de ellas en nuestras parcelas será un aporte a su preservación y no significará un recargo de trabajo en las labores cotidianas, ya que las especies decorativas reemplazan sin ofrecer mayores problemas a las más comunes y corrientes.
Los cuidados de las aves exóticas
Todo lo que se denomina exótico parece requerir de un complejo cuidado, lo que no es efectivo en el caso de las aves, ya sean de corral o acuáticas, puesto que los cuidados para su crianza y reproducción son mínimos.
Las aves de corral sólo necesitan un espacio protegido para circular, un comedero, un bebedero y un lugar que les sirva para descansar y reproducirse. Si usted tiene un jardín relativamente cerrado, las aves pueden estar sueltas, pero tenga cuidado con los perros. La otra alternativa, es construir una pajarera. Dependiendo de la región de Chile en que resida y la procedencia de la especie que quiera criar, será la ambientación mínima que necesitará para recrear su hábitat natural. De este modo, además, le dará a su mascota el máximo de las condiciones en que se desarrolla, asegurándole su mejor adaptación.
Las aves acuáticas requieren de una superficie mínima de agua, dependiendo del tamaño de la especie, desde 4 metros cuadrados para las más pequeñas, hasta los 50 0 más metros cuadrados para las más grandes, como los cisnes. Si usted dispone de superficies mayores, será mejor aún, pues tendrá la posibilidad de mantener más de una especie. Y para el caso de que se incline por patos exóticos, existen peces -el coique- que se alimentan de sus desechos y mantienen limpio el lugar.
Los alimentos se adquieren fácilmente en el comercio, ya que existe una línea completa para las distintas especies. En cuanto a posibles enfermedades. Eduardo Castillo asegura que son casi inexistentes, pues se trata de especies muy sólidas. De todas maneras, las aves de corral deben vacunarse en forma preventiva.
