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Hortalizas en miniatura


La genética continúa deparándonos sorpresas, algunas insólitas o curiosas, pero otras muy sabrosas y agradables. En el campo de la horticultura, los investigadores han desarrollado trabajos de selección genética con numerosos productos tradicionales, partiendo de especies silvestres para llegar a otras más refinadas. En un proceso continuo orientado a producir mejores colores, sabores y texturas y también a elevar la productividad, la resistencia a las enfermedades o adelantar o atrasar la cosecha, de pronto los estudios han aportado auténticas novedades.
En lo relativo al tamaño, por ejemplo, los científicos no sólo se han preocupado de aumentarlo, sino también de disminuirlo... Así crearon los llamados baby vegetables u hortalizas en miniatura, logrando sorprendentes éxitos con tomates, alcachofas, paltas, remolachas, rábanos, coliflores, choclos, zapallitos y zanahorias, que seguramente usted ha probado en un cóctel o los ha adquirido en el supermercado. Esta vez le entregamos todos los antecedentes sobre el cultivo de la zanahoria en miniatura, para que disfrute de ella y sorprenda a sus amistades con la novedad.

La minizanahoria

La historia de la zanahoria, originaria del Asia, se remonta a unos 6.500 años. Muy rápidamente se extendió por el mundo, utilizándose en guisos, ensaladas, en forma de jugo, deshidratada y congelada. También se ha usado con fines medicinales -contiene gran cantidad de vitamina A, así como también calcio, potasio y fósforo- e incluso las damas inglesas llegaron a recurrir a ella para decorar el peinado...
Con el reciente desarrollo de la zanahoria en miniatura surgen hoy nuevas posibilidades. Los diminutos ejemplares creados son muy decorativos y ricos en comidas -como ensalada o acompañamiento caliente de carnes- y cocteles, ya que son de sabor dulce y suave y pueden servirse con sus tallos. Crudas o cocidas, y con diferentes salsas, estas minizanahorias dan un toque distinto y aportan un sabor especial a su menú. También las puede preparar en escabeche, poniéndolas en frascos de vidrio que servirán para adornar la cocina, y, en general, aprovecharlas en todo lo que su imaginación le sugiera.
Si quiere lucirse con sus amigos y parientes, siga los pasos que le daremos a continuación y cultive esta hermosa y rara zanahoria.

Preparación del cultivo de pequeñas hortalizas

La variedad llamada Thumbellina, fa única conocida en Chile, es distribuida en nuestro país por Petoseed a través de las semillerías. Agotada por ahora, se espera que una nueva importación llegue de un momento a otro. Ella da origen a una raíz redonda; no es alargada como las demás de color naranja fuerte. Mide 5cm de largo por 4 de diámetro, y la altura de la planta alcanza entre 23 y 33 cm.
Su cultivo no difiere en gran medida del de la zanahoria común, prefiriendo un ambiente fresco para obtener un mejor color. Se da en variadas condiciones de clima, lo que permite producirlas durante todo el año. Con respecto al suelo, necesita uno fértil, más bien suelto, con bastante materia orgánica y sin piedras, para facilitar el desarrollo de las raíces.
Es indispensable un buen drenaje, pues el exceso de humedad promueve la aparición de la "Sclerotinia" y de otros agentes fungosos de la pudrición de las raíces.
Por lo general, la semilla se vende por kilo, conteniendo cada gramo alrededor de 600 a 700 semillas. Si usted piensa que son demasiadas para su familia, no las utilice todas de una vez, ya que las puede guardar en un lugar fresco o congelar e ir usándolas según su necesidad di, compartirlas con vecinos o amigos.

La siembra de pequeñas hortalizas

Se siembra en forma directa (sin preparación de almácigo), al voleo o en líneas. La siembra al voleo -que consiste en tirar las semillas con la mano, de modo que queden esparcidas sobre la tierra- se hace en platabandas de 1,50 a 2 m de ancho útil. La semilla esparcida se cubre con una pasada de rastrillo.
Para la siembra en líneas se trazan platabandas anchas, sobre las cuales se marcan surcos superficiales con el canto de una tabla a 25 a 30 cm de distancia entre uno y otro. Luego se pone la semilla a surco lleno -es decir, en forma continua se va derramando en el surco un "chorrito" de semillas- y, por último, se tapa con una capa de tierra utilizando el dorso del rastrillo. Con respecto a la cantidad de semillas que requerirá, depende de sus necesidades, considerando que un gramo contiene alrededor de 600 unidades, que el 20% no se. desarrolla y que después habrá que, ralear un porcentaje importante