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Cómo mejorar la imagen y salud de las plantas de jardín?

Pequeñas modificaciones en el trabajo invertido serán la clave para mejorar la salud y la imagen de sus plantas.

Cada ejemplar del jardín hace su aporte de vigor y C colorido al conjunto vegetal, y el resultado de esa suma da lugar a un impacto visual de mayor o menor fuerza y belleza.

No será sencillo en un principio obtener un resultado óptimo de cada especie o variedad, por una diversidad de causas que es necesario conocer y corregir en lo posible. La mayoría de las soluciones están a nuestro alcance y se refieren al modo más adecuado de manejar la ubicación de las plantas, el riego y la fertilización del suelo.

Frente a una parcela que comienza a formarse, es más factible asegurar los resultados futuros, tomando en cuenta las siguientes consideraciones.

Recomendaciones para cuidar las plantas

• Para no cometer errores, y evitar cambios posteriores frecuentes de ubicación de los árboles y arbustos, es necesario pensar y proyectar el jardín antes de comenzar a formarlo. Si planta apresuradamente, es posible que queden situados en zonas de caminos o edificaciones futuras.
• No plante en forma geométrica, sino que hágalo en grupos o triángulos.
• Tome en cuenta la altura que alcanzarán los árboles y los arbustos en estado adulto, para formar los distintos planos y perspectivas.
• Evite plantar -especialmente los árboles- cerca de las construcciones, pérgolas y cobertizos. Además de proporcionar más sombra que la necesaria, restará definición a las edificaciones dentro de la panorámica general.
• Conocimiento previo del clima: vientos, heladas, humedad ambiental en las distintas estaciones y temperatura promedio. Esto es fundamental para ubicar cada especie en la zona adecuada.
• La composición del terreno: si es arcilloso, arenoso, si tiene pH alto, bajo o neutro.
• Confeccione un listado de árboles básicos a utilizar, que se adapten a al o a los tipos de suelo y clima que la parcela presenta.
• Distribuya las especies según tamaño y color, le darán vida al jardín durante todo el año.
• Exposición solar: vea si el sol es permanente, si tiene mucha sombra o semisombra.
• Los drenajes: ver por dónde pasan, si existe saturación de agua y cómo afecta, al igual que los desniveles.

Caprichos exóticos

Por lo general nos entusiasmamos con ciertas plantas por su flor, su fruto o simplemente por el color de sus hojas, aunque no pertenezcan al ambiente natural de nuestra parcela. En estos casos, de no considerar lo anteriormente expuesto, es probable que las flores resulten débiles, los frutos pequeños y las hojas descoloridas, en lugar de tener brillo. A cambio de un crecimiento fuerte, tendremos una planta débil.

El cultivo de esos caprichos sólo se puede permitir en menor escala, utilizando macetas, donde se puedan adaptar y recibir los elementos adicionales que el ejemplar requiere.

En ediciones anteriores hemos entregado nociones sobre el manejo de algunas especies de importancia para ornamentar jardines. También encontrará listados de plantas con información sobre sus requerimientos y cuidados especiales, en numerosas publicaciones dedicadas al tema de la jardinería.

• Otra medida importante para que el jardín crezca en forma rápida, fuerte, vigorosa, con flores de la calidad que esperamos, es abonar apropiadamente en el momento de plantar. Después es preciso perseverar en el cuidado de su fertilización mientras crece, para ayudar a su desarrollo. Como ya hemos dicho antes, en materia de abonos y desinfectantes químicos y naturales, es mejor preferir estos últimos, excepto cuando la situación exige medidas urgentes.
• Mantenga las plantas libres de plagas e infecciones, en gran parte responsables de una imagen marchita y desmejorada del jardín.

La planta nueva

Al momento de plantar los ejemplares que hemos escogido cuidadosamente, se establecen junto con ellos nuestras expectativas acerca del jardín. Aun si no tenemos todavía conciencia de la importancia que tendrá este espacio en nuestra vida cotidiana, en el proceso debemos tomar ciertas precauciones obligadas:

• Plantar en primavera-otoño los prados y plantas, excepto los árboles de raíz desnuda, que deben plantarse en invierno. Las temperaturas de verano e invierno son extremas, mientras que en las estaciones intermedias es más fácil su adaptación.

• No olvide que las plantas jóvenes son especialmente sensibles a las heladas y al ataque de las plagas y animales domésticos.
• Enterrar los ejemplares a la altura del cuello; es decir, a la misma altura del envase que viene del vivero.
• No regar durante las horas de calor. Muchos prefieren hacerlo en la noche, aunque el momento ideal es durante el crepúsculo. Nunca moje la flor o el botón de la planta.
• Los árboles nuevos tienen diferentes requerimientos de agua (mayores) respecto de los ejemplares adultos de la misma especie.
• El agua debe ser suministrada en un volumen y velocidad que no provoque arrastre del suelo, y si hay una pendiente, es conveniente que su inclinación no exceda al dos por ciento.
• Evite el riego demasiado frecuente. Observe primero si hay humedad por debajo de la superficie, aparentemente seca, sobre todo a fines del invierno o principios de primavera, cuando aún hay agua acumulada en los suelos, producto de las lluvias. El exceso de agua causa mayor perjuicio que un déficit de ella, y los daños son más difíciles de revertir.
• Planifique bien su jardín antes de plantarlo. Evite cambios posteriores que dañarán a los arbustos y árboles.
• El tamaño de la taza de cada árbol debe ser directamente proporcional a sus necesidades de agua y de acuerdo a la capacidad de retención de humedad del suelo.

El césped

• No cortarlo siempre a la misma altura, en el mismo sentido, ni dejar el pasto cortado en la superficie, ya que produce enfermedades y marchitamiento.
• El corte nunca debe ser bajo o inferior a 5 cm, ya que en algunos casos puede descubrir su raíz y producir daño en ella.
• Es necesario afilar permanentemente los cuchillos del equipo empleado, para que el corte sea el esperado.
• Todas estas sugerencias tienen por finalidad asegurar los resultados del trabajo invertido en el jardín, para que el esfuerzo no sea en vano. Los detalles que afean su jardín pueden corregirse, pero recuerde que sus expectativas deben ajustarse a las condiciones reales de su parcela. La clave está en encontrar la vegetación que puede alcanzar en ella su mayor esplendor.

 

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Jardines sagrados de la Antigua Grecia  

Decimos que el placer es el principio y término de una vida feliz; pero sin el conocimiento de la naturaleza, ningún goce perfecto es posible", afirmaba el gran filósofo griego Epicuro, quien prefería el grato ambiente de un jardín para conversar con sus amigos y discípulos.

Para el culto pueblo griego, la vegetación fue muy importante. En su historia, pronto dejó atrás el valor puramente rural o utilitario que les dio en un principio a plantas y cultivos, para otorgarles importancia religiosa y medicinal.

Aparecieron así los jardines sagrados o de dominio divino, que constituyeron una parte ritual del santuario dedicado a los dioses y donde las plantas que se cultivaban eran elegidas por su carácter simbólico. Se ponían rodeando los templos, en recintos denominados tenemos, que también podían estar conformados por bosques sagrados.

Con árboles, arbustos y plantas se le rendía culto a los dioses griegos

A través de árboles, arbustos y plantas, Grecia rindió culto a sus dioses y trató de hacerse agradable a sus ojos, bastante exigentes por lo demás.

De acuerdo a lo que narra la literatura, el monte Parnaso, donde habitaba la divinidad, estaba poblado de árboles y arroyos frente a su nevada cumbre, y los caminos de la Vía Olímpica discurrían entre templos, templetes; estatuas y vegetación.

Además de hacer el milagro de ponerlos en contacto con sus divinidades, los griegos creían que las plantas medicinales, junto al aire y al campo, curaban a sus enfermos. Por ello, en la antigua Grecia existieron los santuarios hospitales, o jardines para los enfermos, que ubicaron en elevados promontorios, donde había manantiales y bosques.

Destacados naturalistas lograron un gran conocimiento botánico. Entre ellos, Teofastos, también filósofo y discípulo de Aristóteles, autor de obras que han llegado hasta nosotros, como la Historia de las plantas (diez tomos) y Las causas de la vegetación (seis tomos).

Célebres jardines helenos

En la época helenística -a partir del siglo III antes de Cristo- los jardines cambiaron de carácter, pues las conquistas de Alejandro Magno abrieron las puertas a Oriente. Se sabe que en la Magna Grecia las casas tenían jardines más amplios, puesto que las condiciones sociales habían mejorado.

Entre todos los jardines helenísticos se destaca el llamado "Cuerno de Amaltea", dotado de paseos de sombra y un ninfeo, -combinación de estatua, fuente, juegos de agua y muro de contención.

En Antioquia dé Siria, en tanto, existía un barrio residencial llamado Dafne, que era como una ciudad jardín. Tenía una calle porticada con aceras, canales para recoger el agua y 1.400 columnas.

Grecia imprimió una gran huella sobre el resto de los jardines del mundo antiguo, pero su influencia se reconoce también en las tradiciones y prácticas que mantenemos hasta nuestros días.

 

Las flores el mojon, torre de la horadada,mil palmeras,pilar de la horadada

La intimidad de las flores 

Símbolo de juventud y belleza, las flores resumen la seducción de las plantas haciendo posible la conservación de las especies vegetales, pues son fundamentales en la producción de los frutos.

En ellas se llevan a cabo las etapas esenciales de la reproducción sexual, desde la formación de las células reproductivas hasta la germinación de las semillas, pasando por la polinización, fecundación y desarrollo de la semilla y del fruto.

Con sus colores y formas atraen a los insectos y aves que participan en la polinización, pues como órgano reproductor tienen como función principal facilitar los procesos importantes de la formación y fusión de los gametos o células reproductivas.

Sin embargo, no todas son vistosas ni se reconocen fácilmente, como sucede con las gramíneas. Algunos árboles tienen pequeñas flores verdes, que a veces pasan inadvertidas.

Las típicas están constituidas por cuatro verticilos de hojas modificadas concéntricas, de partes adheridas al receptáculo, o porción ensanchada del pedúnculo floral. Las zonas más externas, generalmente verdes y más parecidas a las hojas comunes, se denominan sépalos, y su conjunto, cáliz. Dentro del círculo de sépalos se encuentran los pétalos, que forman la corola, de colores brillantes, para asegurar el proceso de la polinización. Más hacia el interior de los pétalos, se encuentran los estambres o partes masculinas de la flor. Cada uno está conformado por un delgado filamento, el cual, en su extremo, lleva una antera o saco polínico que contiene los granos de polen.

En el centro de la flor hay un verticilo de pistilos. Cada uno tiene una parte basal ensanchada y hueca llamada ovario y una porción delgada y alargada denominada estilo, que generalmente termina en una estructura achatada o estigma. Este segrega una sustancia húmeda y pegajosa que atrapa y retiene los granos de polen que caen sobre él.

Existen grandes variaciones en el número, posición y forma de las partes de una flor. Si en una sola encontramos sépalos, pétalos, estambres y pistilos, hablamos de una flor perfecta. Si carecen de unos u otros; decimos que es una flor imperfecta.

Flores atípicas

Una flor completa posee los cuatro tipos de hojas florales, mientras que una incompleta carece de uno o más de ellos, con ausencia total o parcial de cáliz y corola. Se dice que las unisexuales -que cuentan sólo con estambres o sólo pistilos- son imperfectas y las bisexuales son perfectas. En el caso de poseer sólo estambre, se llaman flores estaminadas. Las que poseen sólo pistilos son las flores pistiladas.

En el caso de que una planta tenga flores estaminadas y pistiladas por separado, se denomina monoica. Algunos ejemplos de estas especies son el maíz, la calabaza, el nogal, entre muchas otras. Cuando los dos tipos de flor se encuentran en plantas separadas, se denominan dioicas, como el caso del álamo, sauce, datilera o kiwi.

Ciclo angioespérmico

Los granos de polen, una vez maduros, son transportados por el viento, insectos o aves hasta el estigma de la flor, desde otra vecina o distante. Allí fecundan al óvulo u óvulos según sea el caso, transformándose en el o los frutos. Estos contienen las semillas, que al germinar dan origen a una nueva planta, con lo cual se reanuda el ciclo vegetativo de la especie.

 

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Cómo hacer un jardín junto al lago? 

La mentalidad que por fortuna prevalece hoy es la de conservar los ecosistemas por sobre la obtención de un jardín enteramente transformado por el hombre.

Un fin de semana o una temporada veraniega junto al lago es mucho más agradable si éste está limpio y libre de contaminaciones. Esto tiene un alto precio actualmente, y muchos lo pagarían con gusto.

A juicio de Maritza Vuscovic, paisajista de larga experiencia en jardines lacustres -y a quien todo el mundo conoce como "Pelusa"-, para lograr un área agradable, hermosa y sana, debemos observar primeramente un profundo respeto hacia los vegetales presentes en el lugar, porque su fisiología es capaz de generar elementos necesarios para sustentar otras vidas. No deben ser vistos como meros objetos decorativos dispuestos a nuestro servicio. Con esos y otros conceptos proporcionados por la paisajista, con criterio botánico, podrá guiarse y conocer más a fondo las posibilidades de su jardín.

Un jardín sano

Para obtener un jardín sano, defina el área analizando los elementos existentes, como las condiciones de agua, suelo, clima, topografía y, por supuesto, el comportamiento del lago. Luego determine las especies que plantará, informándose sobre su capacidad de establecerse y sobrevivir sanamente en el lugar, debiendo ser éste similar al de su procedencia. Si se mantienen en buenas condiciones, tendrá un buen jardín.

En las zonas lacustres del país, la topografía consiste, generalmente, en planos inclinados. Esta condición obliga a tomar en cuenta la canalización adecuada de las aguas lluvias y la del propio riego. Primero diseñe o dibuje cada zona con claridad, antes de cualquier modificación, incluyendo las vías de acceso a la casa. Defina también el cauce que dará al agua, creando canales de riego sobre curvas de nivel, y forme cunetas recibidoras del agua a orillas de caminos que la lleven hasta el lago. Si hay una fuerte pendiente, debe colocar contenciones que resten velocidad al agua e impidan la erosión.

Al elegir los árboles, flores y plantas en general, recuerde verificar, consultando literatura sobre el tema, si se adaptan al clima, las condiciones del agua y la calidad del suelo.

Mantenga, en lo posible, una atención constante para cada especie, ayudándole en su primera etapa con buena tierra, controles sanitarios, tutores para los árboles que lo necesiten y protección frente a excesos de calor o frío, colocando algún elemento natural en las tazas.

Suelos gredosos

En áreas inmediatas al agua, con suelos gredosos, podrá contar sólo con especies rústicas, de raíces fuertes y resistentes al agua. Algunas de ellas son las siguientes:

• Arboles y arbustos

1. • Aromo australiano - Acasia melanoxilon
   • Espino - Acacia caven (chileno)
   • Ciprés calvo - Taxodiem distichum
   • Liquidámbar - Liquidámbar styraciflua
   • Maitén - Maitenus boaria (chileno)
   • Tineo - Weenania trichosperma (chileno)
   • Molle - Schenies latifolio (chileno)
   • Quebracho - Cassia classearia
   • Mayu - Sophora mayo

• Flores y otras

1. • Achiras - Canna
   • Hortensias - Hidrangea
   • Topinambur
   • Papiro egipcio
   • Cola de zorro

• Prados

1. • Fhila nodiflora (chilena)
   • Dichondra repens - Oreja de ratón (chilena)
   • Hierba de marisma - (chilena)

Requerimientos del jardín

El tratamiento requerido para el suelo consiste en mejorar la textura, incorporando arena y tierra vegetal. Cada vez que plante, haga un gran hoyo y rellene con esta mezcla, protegiendo la superficie con mulch o con hojas secas, así evitará un asoleamiento excesivo, altas temperaturas y pérdida de humedad.

Las plantas del lugar son básicamente necesarias para la formación de su jardín. Le ayudarán a formar los espacios, generarán sombra y estabilizarán el suelo. Cuando esta vegetación está en un plano inclinado, se debe copiar el esquema, provocando así contenciones de suelo con sus raíces.

Ante todo, prefiera especies chilenas, porque sus raíces son apropiadas para esos suelos. Antes de insertar una planta, no pierda de vista la asociatividad natural de pequeños ecosistemas ya existentes; hallará en ellos grupos de especies de árboles con arbustos, flores, enredaderas y otros que, viviendo cerca, comparten el medio equilibradamente con animales e insectos.

En cuanto a flores apropiadas para estas condiciones, puede plantar pelargonia, cardenal, rayos de sol, dedal de oro, alstroemeria, mitrum, crisantemo chileno, tagetes, gallardía, lavanda, penstemon lirio, avelia y fucsia.

La vegetación lacustre, como el junquillo, la totora y el duraznillo de agua, son especies que deberán incorporarse a la jardinería y no considerarlos indeseables. Se pueden manejar con limpieza y podas, creando efectos agradables como con cualquier otra planta.

Todas forman parte de un ecosistema necesario para filtrar los elementos que arrastra la lluvia. Son también el hábitat de mucha fauna y reguladoras de la temperatura del agua; ayudan, además, a la cristalinidad del agua y actúan como aislantes visuales y de ruido.

Igualmente importante es manejar con racionalidad las algas, que son necesarias y están allí por varias razones. Antes de cortarlas, discrimine cuándo y dónde hacerlo; es decir, cuando no tengan semilla, y sólo en los lugares estrictamente necesarios. Luego sáquelas del agua,. para evitar la contaminación posterior que provocan, y utilícelas como alimento para vacas y caballos. Si no hay animales que aprovechen su alto contenido proteico, podrá hacer con ellas una excelente tierra de hoja para sus plantas.

El prado

Mantener el césped tiene un alto costo y requiere de permanente cuidado, pues las plagas y enfermedades son frecuentes. Cuando el nivel del lago sube, el pasto se satura y comienzan los problemas.

Si bien es cierto que el agua le proporciona elementos nutritivos, por otro lado aprieta el suelo, dejándolo desoxigenado, mientras las temperaturas altas sobre la superficie del lago generan hongos y bacterias difíciles de controlar. Por esta razón le conviene darles preferencia a los pastos chilenos o los silvestres, a las especies exóticas.

En gran parte de nuestro territorio tenemos al menos cuatro especies muy conocidas que pueden reemplazar al césped tradicional. Se encuentran en zonas que gozan de mayor, humedad, desde donde se sacan champas y se trasplantan. Estos pastos pueden combinarse con poleo -que se comporta como prado- y ganar con él su rico aroma