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Tu jardin y piscina en manos de confianza

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El cuidador de la parcela banyeres de mariola,bocairent,ontinyent,moixent,vallada

Jardinero y agricultor

Es imposible cumplir todas las labores que demanda la parcela sin la ayuda del indispensable "cuidador de la parcela", el típico personaje que hace de jardinero y agricultor.
Aunque lo quisiéramos, no podríamos formar ni mantener la parcela con nuestras propias manos, por falta de práctica, de tiempo y, en muchos casos, porque hemos elegido otras actividades incompatibles con el trabajo de la tierra. Quienes vivimos en el campo, en una gran mayoría, debemos viajar cada día a nuestros trabajos citadinos para regresar al anochecer; así, el tiempo que podemos dedicar a nuestros quehaceres agrícolas se concentra en los fines de semana.
A partir de las obras primeras -la preparación del suelo, la orientación de las aguas de riego o el levantamiento de cercos- necesitaremos un ayudante habilitado para esas tareas propias de la parcela. Y este personaje es vital para la realización de todas esas labores y dependeremos también de él para las faenas de mantención.
Lo ideal en estos casos es contratar a un matrimonio, para que ella se haga cargo de las labores de la casa y él asuma las funciones de jardinero, agricultor y "maestro chasquilla", según sea necesario. A cambio, la pareja tendrá dos sueldos con contratos y previsión, vivienda y productos de la chacra. En algunos casos, sin embargo, ellos tienen su residencia en las proximidades y prefieren concurrir a trabajar diariamente. Tanto en un caso como en otro se advierten, por supuesto, ventajas y desventajas.

El papeleo legal

A todo trabajador se le debe hacer un contrato y, aun cuando se trate de un acuerdo de mediería o requiramos los servicios de un labriego temporero, conviene que el trato quede sellado por escrito. Particularmente cuando se trata de un empleado de dependencia total; es decir, que cumple funciones en jornada completa por un período determinado.
La ley define al trabajador agrícola a través de condiciones muy propias de su responsabilidad en el predio rural y se dispone, para regular su situación, de formularios impresos que pueden comprarse en librerías. Conviene ampliar ese articulado especificando las funciones que se pretende realizar con la ayuda del trabajador, con la mayor claridad posible, a fin de evitar interpretaciones equívocas que confundan a cualquiera de las partes.

Los temporeros

Si además del empleado de tiempo completo, o en lugar de él, usted requiere un trabajador por un período determinado y una labor específica, no será preciso firmar un contrato, pero deberá exigir un recibo de dinero a cambio de sus honorarios. Esto vale para efectuar una rastra, una poda, preparar un potrero u otra función. De solicitar estos servicios a un pequeño empresario dotado de maquinaria, podrá exigir boleta o factura, pero difícilmente contará con estos documentos un trabajador que emplea tracción animal.
En el caso de requerir vigilancia nocturna o diurna para un condominio o un grupo de parcelas, haga un contrato a honorarios y pida al vigilante que entregue boletas por el pago de sus servicios.
Los trabajos realizados "a trato" son toda una institución en el campo. Para ello no se firman papeles, normalmente, sino que el trabajador se compromete a realizar una obra determinada y recibe un pago cuando la termina. Se usa con frecuencia para una tarea especial, como la reparación de un cerco, limpieza de canales o construir una noria o pozo séptico. Antes de llegar al acuerdo se acostumbra un regateo de ambas partes, hasta acordar un precio justo para ambos.

Requisitos indispensables

La experiencia indica que no es aconsejable confiar, de buenas a primeras, en cualquier persona que nos ofrezca sus servicios. No sólo por la honestidad y corrección que necesitaremos de alguien que va a trabajar cotidianamente en la parcela, tan próximo a nuestra familia, sino también por el grado de experiencia que en realidad tenga. En muchas ocasiones, sus conocimientos son escasos y pueden significarnos pérdidas cuantiosas.
Para establecer una relación laboral duradera y de mutua confianza, se recomienda solicitar al postulante su certificado de antecedentes al día y una recomendación escrita -que deberá comprobar, especialmente en cuanto a experiencia-, además del finiquito de su trabajo anterior. Con estos documentos obtendrá un perfil del aspirante y de su capacidad de adaptación al trabajo.
Es muy importante que, si no pertenece al medio rural, cuando menos demuestre interés y dedicación hacia las plantas, que le guste cultivarlas y sienta amor por los animales; en suma, que posea aptitudes para el manejo del medio natural. Si usted dispone de tiempo para ello, acepte a una persona joven que esté dispuesta a aprender, y enséñele las tareas que debe desarrollar. Pero si no puede más que fiscalizar su trabajo por la noche, al regresar de la ciudad o durante los fines de semana, es indispensable contar con una persona experimentada y confiable.
No olvide que es diferente mantener un prado que simplemente recortarlo, puesto que también es necesario airearlo, fertilizar, reconocer las malezas y desmalezar, regar lo necesario y orillar, por nombrar algunas tareas de mantenimiento. Recuerde que con una rama cortada erróneamente se van varios años de su crecimiento y resulta en más daño que beneficio, sobre todo cuando se afectan costosas inversiones en plantaciones o siembras.
Entre otras características -que agradecerá con el tiempo- están la agilidad del empleado para efectuar sus funciones y los hábitos de limpieza y orden en el manejo de las herramientas empleadas. Si no tiene esta cualidad, habrá que inculcársela o no terminará nunca de reponer los utensilios. Un trabajador habituado a las faenas del campo comprende que éste no es un trabajo rutinario, pero sí requiere de un carácter paciente.
Una advertencia necesaria: es difícil encontrar una persona integralmente capacitada para todos los quehaceres de la parcela, de manera que comience por aceptar que no sea perfecto y guíe al trabajador dándole todas las indicaciones necesarias. Después controle la tarea realizada, a fin de corregir y enseñar.

Cuidador de tiempo completo

Idealmente, el cuidador de tiempo completo debe saber:
  • Cuidar el jardín.
  • Hacer almácigos de hortalizas y de flores.
  • Podar.
  • Cuidar animales en general.
  • Sexar pollos y patos, conocer cómo encluecan, como mantener las gallinas con sus huevos y luego con sus pollos.
  • Plantar y cuidar el huerto.
  • Reconocer malezas.
  • Detectar plagas y enfermedades.
  • Regar.