Una visita a los jardines de Buenos Aires, Argentina
En los días soleados del fin de semana o cuando un feriado nos da la libertad de elegir, el Rosedal se llena de gente, grandes y chicos en un entorno de césped, flores, sol y agua. Las orillas del lago son un sitio preferido y para muchos, caminar por los senderos es una invitación tentadora y placentera.
El Rosedal de Buenos Aires
La gente que lo visita es respetuosa. No hay basura en el piso ni se pisa el césped -salvo deshonrosas excepciones- y es más importante disfrutar de la belleza que sentirse libre de hacer "lo que me dé la gana", desnaturalizando lo que debe ser un área pública -que es de todospara convertirla, como tantas veces supimos hacer, en "tierra de nadie". Cuando se realizaron las obras de reciclaje del Paseo del Rosedal, tras decenas de años de abandono y vandalismo, muchas voces se alzaron en contra de las rejas que limitan su utilización a ciertos horarios diurnos -suficientemente ampliosaduciendo represión a la libertad ciudadana. Hoy, casi dos años más tarde, el estado del Paseo da la razón a quienes decidieron cuidarlo de esa manera: es un espacio muy hermoso, con un mantenimiento casi impecable y donde la naturaleza se expresa en la forma de una composición artística moldeada con las plantas, las obras de arte, las construcciones, los caminos e, inclusive, el murmullo de la gente. "Sobre el eje de la avenida central de los jardines y en la extremidad norte, un puente de arquitectura helénica ostenta su característica silueta y permite el acceso a la "roseraie" desde la Avenida de los Lagos. Dan una nota alegre las flores, los helechos y las plantas decorativas que con especial cuidado han sido distribuidas en este puente, en la pérgola y en las demás obras".
"La rosaleda tiene 34040m2. De composición creativa moderna, es una creación no solamente ornamental sino también instructiva y útil. Los rosales, que existen en número de 14650, fueron distribuidos de acuerdo con la armonía y contraste de los colores, que sobre el fondo verde del césped dan relieve a los tonos". (Nota: hasta el momento sólo se ha plantado un 30% de la cantidad original de rosales aunque se planea llegar a 14000. Por otra parte, los trabajos de reciclaje abarcaron una superficie total de más de 130000 m2)... puede afirmarse que la "roseraie" porteña tiene una ubicación que puede reputarse de inmejorable. Formada en la segunda sección del Parque, en la fracción de terrenos que durante cierto tiempo ocuparon algunos pabellones provinciales de la Exposición Industrial del Centenario, está bordeada al este y al norte por el Lago, que, a su vez, la separa de la Avenida de los Lagos, y tiene por marco al sur y al oeste grandes grupos de árboles que por su follaje verde obscuro dan a los jardines un realce extraordinario, y al mismo tiempo constituyen una nota vigorosa e imponente".
"Los trabajos de formación del Jardín de las Rosas fueron comenzados el 5 de mayo de 1914 y terminados el 22 de noviembre.
Un embarcadero de madera, dos piletas de material con juegos, dos vasos con pedestal de material ostentando cabezas de leones, cuatro jarrones artísticos, veinticuatro columnas de hierro formando pequeñas pérgolas, cuatro artísticos bancos de mármol, cuatro de madera en forma de glorietas, doscientos catorce bancos de construcción adecuada y otros mil detalles, complementan estos jardines, dándoles un aspecto de elegancia y buen tono que irá resaltando a medida que la Naturaleza se manifieste allí en todo su esplendor".
