Seguramente todos los que tienen un patio o una terraza en casa han pensado alguna vez en  poner unos toldos que proporcionen una agradable sombra especialmente  cuando se acerca el buen tiempo, los días son más largos y empieza a  hacer bastante calor. Sin embargo es conveniente saber que hay distintos  tipos de toldos, y cada uno resulta ideal para un espacio concreto.
Por ejemplo, los toldos de punto recto suelen ser los más comunes  para terrazas, balcones e incluso comercios. Son aquellos en los que la  tela se encuentra enrollada en y puede extenderse gracias a dos brazos  abatibles. Por otro lado, cuando disponemos de un patio o una gran  terraza son recomendables los toldos de brazos extensibles (también muy  frecuentes en las terrazas de bares y restaurantes) o los llamados  monobloc, montados sobre una estructura de gran resistencia.
No está de más hacer mención a que los toldos también han sufrido un  gran avance y ya no son tan vulnerables a los factores climatológicos  como antes. Puedes pedir que te instalen el tuyo con un sistema de  recogida automática en caso de fuerte viento, y en el caso que no estés  para muchos esfuerzos gracias a un pequeño motor puedes sustituir la  clásica varilla por un interruptor parecido al de la luz. 
Otra novedad es que las tradicionales lonas han dejado paso a otras  telas fabricadas en un material acrílico, especialmente diseñado para  sobrellevar mejor tanto el paso del tiempo como el exceso de horas de  sol, viento, lluvia o contaminación a los que cualquiera de los toldos  que vemos expuestos en la calle tienen que hacer frente cada día.
