Lo que  diferencia a las piscinas gunitadas del resto, es su modo de  construcción, pues sí bien lleva muchos de los componentes de la piscina  de hormigón tradicional, la forma de colocación del hormigón (gunita)  es única. 
 Se trata de un sistema por el cual, un hormigón fino es  propulsado y colocado en paredes y suelo de forma tal, que se adhiere a  la superficie de contacto por la fuerza del impacto por la que a su vez,  se compacta lo cual elimina cualquier poro, bolsa de aire y demás.  Podemos decir por tanto, que éste material, con ésta forma de  aplicación, ya es en sí mismo impermeable. 
 Hemos de añadir que en el gunitado las  paredes y el suelo son construidos a la vez por lo que el fraguado del  vaso se realiza de manera uniforme no existiendo por lo tanto empalmes  ni juntas. Contrariamente, la piscina de hormigón tradicional, es  construida partiendo primero de una losa de hormigón en el suelo para  una vez fraguada ésta, construir las paredes, con lo que se forma una  junta perimetral en todo el fondo de la piscina en la unión de suelo y  paredes, con hormigones fraguados en periodos distintos. 
 Podemos decir por  tanto que la piscina gunitada fusiona las ventajas de los métodos  alternativos (resistencia y durabilidad de una piscina de hormigón  realizada por el método tradicional y estanqueidad de un vaso sin  empalmes ni fisuras como puede ser el vaso de fibra, acero,...), pero  evitando a la vez sus inconvenientes. 

