Existen distintos tipos de manómetros que nos sirven para determinar distintos tipos de presión: absoluta, diferencial y el vacío; en algunos casos muchos de ellos pueden medir la presión tanto de líquidos como delaire que suele quedar estancando en los filtros. Actualmente, estos artefactos están dirigidos por un microprocesador, lo que garantiza una alta precisión y fiabilidad; su tiempo de respuesta es breve y su carcasa es resistente al polvo y al agua. Los manómetros cuentan con múltiples rangos de medición; los más tecnológicos nos brindan la posibilidad de trasmitir los datos recogidos hacia un ordenador, laptop o impresora, o bien, a una memoria interna.
Indiferentemente de los tipos de artefactos que utilicemos todos poseen las mismas funciones indispensables: revisar y alertar sobre la presión de agua en los filtros. Los más tecnológicos revisan que el tiempo de filtrado de la piscina sea el adecuado ya que en un máximo de 8 horas debe bombear el volumen total del agua. Lo normal es que el filtro de un natatorio hogareño funcione 6 horas de manera ininterrumpida, pero existen casos en donde las piscinas se encuentran expuestas al sol y es allí en donde el proceso se extiende unas dos horas más.
Como mencionamos previamente, el concepto de manómetro aquí nos indicará cuando lavar las arenas del filtro; en caso de que éste falle, debemos cerciorarnos por nosotros mismos, al cabo de un tiempo, que las arenas estén en buen estado. ¿Cómo notar esto?, muy fácilmente: si después del lavado de arena el visor del filtro nos sigue mostrando que ele agua está turbia o si los retornos son débiles, entonces la arena no ha sido eficazmente higienizada. Los manómetros indican que dichas arenas deben ser cambiadas cada 2 o 3 años, esto dependerá siempre del uso del filtro; si contamos con uno de cartucho de papel, entonces tendremos que cambiarlo una vez al año.