Básicamente, existen dos categorias de bombas: aquellas que pueden bombear aguas limpias (es decir, agua para consumo doméstico, agua de mar o agua tratada con cloro y otros productos) y aquellas que bombean aguas sucias (agua procedente de cañerías o pozos sépticos). Las bombas que nosotros utilizaremos son, desde luego, las que bombean agua limpia. Este tipo de bombas son denominadas centrífugas y dentro de esta categoría podemos encontrar diferentes tipos de bombas, aunque todas son igualmente utilizables en una piscina. Además, las bombas para piscinas pueden ser sumergibles o de superficie, aunque las primeras son las más comunes y requeridas por la mayoría de los usuarios de piscinas.