A todos los que somos amantes del agua nos gusta aprovechar nuestra piscina al máximo, pero cuando decimos “aprovechar”, también nos referimos a que no basta únicamente con mantenerla llena, sino que ésta debe permanecer limpia. Son muchos los casos de patologías que se presentan en las épocas estivales y podemos asegurar que no son mera coincidencia; la falta de higiene, el exceso de productos químicos o insuficientes desinfecciones son los causantes de problemas tales como irritación en la piel, diarrea, afecciones pulmonares, picazón en los ojos, y muchas otras. Existen medidas preventivas que debemos seguir religiosamente antes de introducirnos en un estanque, entre ellas es utilizar el lavapies; más de una vez hemos escuchados a bañistas decir que el uso de la bandeja lavapies o la revisación médica no tiene importancia, pero esta idea es errónea. La utilización de estas medidas preventivas ha demostrado ser muy eficaz y evitar muchas enfermedades comunes a las piscinas como también mejorar sus condiciones de higiene.
Su importancia
Aunque nos cueste creerlo la bandeja lavapies data de hace mucho tiempo atrás, más específicamente de la época de Jesús; su uso no ha cambiado en absoluto, es un accesorio que se emplea únicamente para lavar los pies. En la cultura occidental estamos acostumbrados a utilizarlo cada vez que queremos darnos un baño en un estanque pero en otros continentes, la bandeja lavapies posee una importancia mayor; para muchas personas el lavarse los pies antes de comer como antes de entrar a un sitio determinado es fundamental y demuestra buena educación. Volviendo a las piscinas, decimos que este elemento simple forma parte de una serie de medidas preventivas para mantener los estanques en optimas condiciones de higiene; de acuerdo a varias investigaciones realizadas en el ámbito acuático, durante el verano, los resultados demostraron que la mayoría de la suciedad que se introduce en los estanques es trasladada hasta allí a través de los pies.
Tiempo atrás, el uso de lavapies no era una exigencia sino una alternativa, pero debido a que la proliferación de bacterias se hacía presente, se intuyó que la suciedad de los pies tenía algo que ver con este fenómeno. Actualmente, en especial si acudimos a piscinas municipales, estamos obligados a higienizar nuestros pies antes de adentrarnos a cualquier tipo de pileta, ya sea de niños o de adultos, también es obligatoria la revisación médica la cual certificará que estamos libres de patologías contagiosas como hongos, por ejemplo. Existen muchos tipos de bandejas lavapies, su comercialización ha crecido en los últimos 5 años debido a su inclusión en las normativas de higiene vigentes; estos accesorios para piscinas pueden estar hechos de diferentes materiales los cuales podemos elegir para que combinen con nuestro estanque.
Los más usuales son los prefabricados en madera, cuentan con un tratamiento protector para soportar ambientes agresivos al exterior con el menor deterioro; su acabado se caracteriza por ofrecer una completa integración al entorno y es por eso que puede colocarse en cualquier espacio, ya sea en paisajes naturales o en jardines. Los lavapies se confeccionan en múltiples modelos, sus diferencias radican en la forma y los materiales que se utilizan; los hay de acero inoxidable, madera, plástico, fibra de vidrio, hormigón, inflables (foto inferior), etc.
A su vez podemos elegirlos de tal forma que combinen con la estructura de la piscina: redondos, ovalados, octogonales, cuadrados, planos, etc. Si optamos por un lavapies de madera, entonces debemos asegurarnos de que el material esté correctamente tratado para así poder soportar los agentes atmosféricos y asegurar la durabilidad al exterior. Para aquellos que son un poco más excéntricos, existe un accesorio para piscinas que incluye una ducha y una bandeja lavapies, ambos se entregan ensamblados en una tarima preparada para conectar a la red de suministro; su puesta de obra se lleva a cabo rápida y fácilmente ya que se trata de un producto totalmente terminado y ensamblado. Dicho accesorio ha hecho furor en las viviendas europeas ya que permite no sólo higienizarnos antes de adentrarnos a la piscina sino también quitarnos los restos de cloro luego de cada baño.