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Triquinosis y cisticercosis salinas del brac del port,santa pola,santa pola del este

La higiene es la barrera de toda enfermeda

La crianza de cerdos requiere especial cuidado: Porque; lamentablemente, unidas a ella deben considerarse siempre lo que podríamos llamar "contraindicaciones". Nos referimos a las enfermedades que pueden ser transmitidas al hombre y que se evitarán si se adoptan las medidas profilácticas necesarias. La triquinosis y cisticercosis, de las denominadas zoonosis, son las más frecuentes y peligrosas.

Triquinosis

La larva de un gusano llamado "Trichinella spiralis" provoca la triquinosis. Esta larva normalmente se mantiene en la naturaleza en ratones, cerdos y en los mismos humanos.
La cadena es la siguiente: un cerdo se come a un ratón que tiene en su interior la "Trichinella spiralis", enquistada en sus músculos. Al comerse al roedor, y por acción de sus jugos digestivos; las larvas se liberan y maduran en los intestinos del animal, hasta estar aptas para reproducirse.
Al cabo de dos o tres días aparece una mayor cantidad de larvitas; aun más microscópicas, las que atraviesan los intestinos para introducirse en los vasos sanguíneos, pasar luego al corazón y, finalmente, enquistarse en los músculos del cerdo.
Si una persona ingiere un trozo de carne de cerdo que contiene las larvas, le sucederá el mismo proceso, sólo que la gravedad dependerá de la cantidad que consuma. En resumidas cuentas, la enfermedad puede provocarle desde una fiebre ligera y dolor muscular. hasta la muerte.
El riesgo de esta situación reside en que el cerdo jamás presenta síntomas. Si un especialista no examina la carne, nadie podrá darse cuenta que existe triquinosis.

Cisticercosis

La cisticercosis no es otra cosa que la mal llamada "lombriz solitaria". Decimos "mal llamada" porque lo cierto es que pueden ser varias:
El proceso lo desencadena el propio ser humano: una persona posee en su intestino un gusano plano denominado científicamente 'Tenia solium", más conocido como lombriz solitaria. Este parásito elimina huevos al ambiente, los que salen con las deposiciones. Los huevos son consumidos por el cerdo -que suele ingerir fecas humanas y animales- y una vez dentro de su intestino liberan larvas microscópicas que pasan a los vasos sanguíneos, corazón y músculos (de preferencias a los de mayor masa).
Las larvas permanecen sin producir síntomas dentro del animal. Cuando es faenado, si una persona come esa carne, las larvas se fijan a sus intestinos y forman una tenia o lombriz solitaria. Esta puede medir de 3 a 4 metros, aun cuando ha habido casos en que la longitud alcanza los ocho metros. Pasados dos o tres meses, la tenia comienza a eliminar huevos.
El germen de la enfermedad puede volver a la misma persona por falta de higiene, como en la manipulación de alimentos infestados, por ejemplo, y producir una ` cisticercosis, además de la teniasis. La larva atraviesa los intestinos y se ubica entonces en los tejidos nerviosos, de preferencia en el cerebro.
Tener la lombriz solitaria es padecer de "teniasis". Esta provoca generalmente malestares digestivos y en los niños un mal aprovechamiento de la alimentación. Pero producir larvas reviste una gravedad mayor. La enfermedad pasa a llamarse "cisticercosis" y, en caso de alojarse en los tejidos nerviosos, puede provocar epilepsia; dolores de cabeza, alteraciones en la visión y otros daños neurológicos.
La teniasis es fácilmente tratable. Se detecta en las fecas, que eliminan trozos de la lombriz. La neurocisticercosis, en tanto, puede ser perfectamente erradicada si la presencia del mal es descubierta a tiempo. -
Lo importante, valga la redundancia, es cuidar la higiene: lavarse muy bien las manos después de ir al baño y tratar de jamás defecar en sitios al aire libre y que pueden estar al alcance de sus animales. Y, ojo, también ser precavidos. Se debe tener por norma el no consumir jamás un animal que no haya sido previamente examinado por un especialista. El viejo refrán de "más vale prevenir que curar" es decisivo cuando se trata de la salud