Decoración de la casa y el jardín
La propietaria quería una casa con jardín, pero la idea de una vivienda unifamiliar no le seducía demasiado -su marido viaja a menudo y el hecho de quedarse sola y sin vecinos al lado no le entusiasmaba.
Así que cuando encontraron este piso bajo, pensaron que habían encontrado la solución. Nuestra lectora pudo, además, hacer algunos cambios, porque la finca todavía no estaba terminada cuando la adquirieron. Y esas modificaciones son, precisamente, las que dan al piso su personalidad. El tratamiento de las paredes, además de como recurso decorativo, ha servido para delimitar las zonas en el salón. Encima del esponjado, un esténcil en azul -el mismo color que las tapicerías de las sillas- señala el comedor. Y una hilera de vieiras, auténticas y pintadas, señala la zona de estar. Todo el trabajo de pintura lo ha realizado la propia Ana "y, como era la primera vez que me lanzaba a algo parecido, iba probando antes sobre cartones, que colocaba sobre la pared para ver el efecto". Siguiendo nuestro recorrido, nos encontramos con otra sala, un pequeño cuarto de estar; se trata en realidad de una habitación de invitados, en la que el sofá-cama se ha cubierto con una funda muy actual, que se sujeta con lazadas a los dos brazos del sofá.
Así como el naranja y el amarillo son los colores dominantes en las dos habitaciones anteriores, un azul que tira a lavanda combinado con blanco ha sido la elección de nuestra lectora para su dormitorio "porque me parecía relajante", nos aclara. Como la habitación no es demasiado grande, Ana prefirió colocar un cabecero ligero, de hierro con dos cojines, que no se comiera visualmente el espacio. A los pies de la cama, una cómoda alta, tan necesaria a pesar de que el cuarto dispone de un armario empotrado. En un rincón, un antiguo lavamanos.
El dormitorio tiene su propio cuarto de baño. Pero la casa cuenta con otro, más reducido, que la pareja pidió modificar: prescindieron del bidé y optaron por un plato de ducha en lugar de bañera, lo que permitió mover el tabique que linda con la cocina v obtener un rincón para el office: un comedor con cabida para cuatro comensales, presidido por una mesa con sobre de azulejos. Ana y su marido los compraron a un artesano de Toledo, un día que estaban visitando la ciudad; después, pidieron en la tienda donde realizaron la mesa que se los colocaran. Otra buena y personal idea.
Un salón con carácter
- A la hora de decorar el salón, nuestra lectora partió del sofá: engamó, en un tono más suave, el color de las paredes con el de la tapicería de este mueble. Al ser lisa, le permitió ser más audaz tanto en la pintura como en el resto de las telas. Y así, coordinó las cortinas y los asientos de las sillas en amarillo-anaranjado con azul.
- Pintó las paredes a la esponja y delimitó la zona de estar con una hilera de conchas de vieiras, a modo de cenefa. Para la del comedor, eligió una greca pintada al estarcido en color azul. Ambos detalles dan al salón un indiscutible sello propio.
Jardín con espacios despeja
- En este piso bajo no se han puesto demasiados muebles, para dejar el espacio despejado. Zona de estar y comedor se separan, en el salón, con un biombo ligero.
- Desde la entrada, la habitación que encontramos después del salón-comedor es un dormitorio de invitadas.
- Al fondo, con salida al jardín, está el dormitorio principal, con baño. Pared con pared, un aseo
