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Lúcumas en el jardín, la planta

El lúcumo es un árbol de follaje siempre verde, muy vigoroso y longevo. En los ejemplares desarrollados de semilla, el tallo puede alcanzar más de un metro y medio de diámetro en la base y 20 metros o más de altura. Sus abundantes ramas forman una copa esférica o cilíndrica de 6 a 10 metros o más de diámetro. Sus yemas y brotes tiernos están cubiertos de pubescencia marrón.
Sus hojas perennes son alternas, con pecíolos pubescentes de 2 a 3cm de longitud, y el limbo puede ser en forma oblonga, elíptica, lanceolada o abovada, con ápice obtuso o subagudo y bordes enteros, alcanzando hasta 25cm de largo y 10cm de ancho. Los limbos tiernos tienen un color verde claro o rosado, y los adultos, verde oscuro, son brillantes y sin pubescencia.
Las flores son hermafroditas, de color verde claro, y miden hasta 2cm de largo y 1cm de ancho. Nacen en las axilas de las hojas a veces solitarias o en número de dos a tres. Su corola está formada por cinco pétalos, que en su parte inferior se sueldan formando un tubo y en la superior se separan y quedan libres.
El fruto es una baya esférica, cónica o achatada de 4 a 17cm de diámetro. Su cáscara es muy delgada, quebradiza y de color verde o amarillo bronceado. La punta apical suele estar rodeada de un anillo verde claro. La pulpa es de grosor variable y textura harinosa, suave o dura, amarilla intensa a pálida, con sabor y aroma muy agradables.
La semilla que contiene es redonda y algo achatada, de 2 a 4cm de diámetro. Cada fruto desarrolla dos a tres de ellas, aunque los hay con cinco o también con ninguna.

Requerimientos para el cultivo de lúcumas en el jardín

Las plantas de lúcumo se adaptan perfectamente en climas tropicales, subtropicales y templados, en los cuales la temperatura media mensual va desde un mínimo de 8 hasta un máximo de 27 grados C. Sin embargo, se estima que puede soportar una mínima de un grado C, asimilando su comportamiento al palto de variedad Hass colocado en iguales circunstancias.
Este frutal se desarrolla muy bien en zonas con lluvias muy escasas o moderadas, de lo que se deduce que puede adaptarse a situaciones de diversa pluviosidad, siempre que sus raíces estén en un terreno bien drenado, con posibilidades de suplementar la falta de precipitaciones mediante riegos oportunos.
En cuanto a los vientos, si éstos son fuertes y constantes, ejercen una acción dañina sobre las plantas, desbalanceando el crecimiento de la copa. Este inconveniente se puede prevenir a través de la colocación de cortinas rompevientos en el inicio o antes de la plantación.
Se considera una planta rústica, porque sus necesidades de suelo dependen de la zona en que se encuentra. Progresa bien en una gran diversidad de terrenos, desde los franco-arenosos hasta los arcillosos; pero es en los francos y profundos, con una gran cantidad de materia orgánica, donde alcanzan mayor crecimiento y producción. No toleran las inundaciones ni el exceso de humedad en el suelo.
En lo que respecta al riego, esta especie lo requiere más abundante en oportunidades que en volumen de agua. El sistema recomendado para lograr este efecto es el riego por surcos, adaptado en función de las características del suelo, topografía y caudal de agua.

La plantación de lúcumas en el jardín

Las distancias de plantación dependen de las características del suelo y el desarrollo que se espera del cultivar empleado, partiendo de la base de que se trata de plantas injertadas, cuyo crecimiento es más rápido.
En un sistema moderno de plantación se consideran distancias entre 5 a 7 metros, siempre que posteriormente los árboles se raleen a medida que crezcan y comiencen a competir entre ellos por luz y nutrientes. En Quillota los ejemplares injertados de seis años presentan un crecimiento muy lento una vez que empiezan a producir, en comparación con el desarrollo que tenían antes de la primera fructificación. Por lo tanto, las distancias iniciales podrían mantenerse por varios años. En todo caso, la distancia final recomendada en plantaciones comerciales, es de 14 metros, luego de un tercer y último raleo.
La planta se puede propagar por semilla o por injerto. Este último requiere una espera de 28 a 36 meses, Siempre verde y muy decorativo, un arbolito injertado da frutos desde el tercer año, mientras que el lúcumo encareciendo el precio de venta de los lúcumos.
En los ejemplares francos o de semilla, la primera floración puede demorar hasta 15 años, mientras que en los injertados ésta se puede presentar a partir de los 18 meses, aunque la cuaja de los frutos no se produce hasta los tres años.
La mayoría de las variedades florecen y fructifican todo el año, especialmente en los períodos de mayor temperatura. Las yemas florales o botones aparecen en las axilas de las hojas nuevas, a los pocos días de la emisión de los vástagos. En algunas ocasiones se presentan flores y botones en diferentes estados de desarrollo, en un solo vástago.
Respecto de las variedades, gran parte de las plantas de lúcumo que se encuentran en producción en Chile son de semilla y no injertadas. Están distribuidas en huertos o quintas, aisladamente o intercaladas con otros cultivos.
Los que sirven hoy en día como árboles madres y material de mejoramiento para viveros especializados son aquellos seleccionados por la calidad de sus frutos y rendimiento superior.

Cosecha de lúcumas en el jardín

Para determinar el momento de la cosecha, los índices de madurez dependen de los distintos tipos de lúcumos, cuya producción en nuestro territorio se extiende escalonadamente entre los meses de abril a diciembre. Desde el punto de vista de la fruta, las variedades existentes pueden clasificarse en dos: aquellas que al adquirir su madurez de consumo toman una coloración amarilla en la piel y las que permanecen con ella verde.
En la zona de Quillota La Cruz, las primeras maduran generalmente en los meses de abril y mayo. Es más difícil saber cuándo llega el momento de cosechar las que se mantienen de color verde, a menos que al presionar el fruto se encuentren indicios de ablandamiento. De todos modos, la fruta que se encuentra en ese estado suele desprenderse de la rama y caer, dependiendo de las condiciones ambientales.
Algunos agricultores se guían observando la región que permanece cubierta con el cáliz de la flor, cuyas hojitas, al ser levantadas, dejan ver una zona algo amarilla. Entonces el fruto estaría en condiciones de ser cosechado.
La recolección de las lúcumas se realiza a mano, porque la piel de la fruta es delgada y muy susceptible a sufrir daños mecánicos. Una vez cosechadas, colóquelas en canastos de poco volumen, para que no se aplasten con el peso, y almacénelas en un lugar fresco.
Con el excedente de frutos que ya han adquirido una condición de madurez apta para el consumo, prepare conservas, pelándolos y cortando la pulpa en trozos de un centímetro de espesor. Llene con ellos frascos o latas muy limpias y agregue almíbar espeso caliente, con una pizca de jugo de limón. Luego selle y esterilice los tiestos llenos, hirviéndolos a "baño María", para almacenarlos después a temperatura ambiente. De este modo, o simplemente congelando la fruta madura y pelada, podrá disponer de su delicioso sabor cuando haya cesado la producción.