Dentro de las piscinas prefabricadas, se distinguen dos grandes grupos: las piscinas de poliéster y aquellas denominadas de “liner”. De entre estas dos opciones, las piscinas de poliéster son aquellas que cuentan con mayor aceptación y reputación dentro del mercado, gracias a su probada resistencia y bajo costo. Este tipo de piscinas están realizadas en una sola pieza y una de sus desventajas es que debemos adaptarnos a las formas y los tamaños ya existentes, por lo que no tenemos la posibilidad de “diseñar” nuestra piscina, pero sí podemos personalizarla a gusto con los cientos de accesorios que tenemos a disposición. Aún así, la cantidad de modelos existente es realmente enorme y es difícil no encontrar alguno que pueda satisfacer nuestros deseos y necesidades.
En cuanto a las piscinas de liner, no son tan comunes en el mercado pero también son una buena alternativa para aquellos que deseen acortar tiempos de obra y economizar gastos. Las piscina de liner están realizadas mediante dos grandes elementos: en primer lugar, una estructura muy resistente, la cual puede ser de material metálico o plástico y cuya principal función es soportar la fuerza del agua; el otro material es una lona de PVC conocida comúnmente como liner, que es impermeable y evitará que el agua escape de la lona. Este gigantesco tejido puede tener diferentes espesores y colores y cuenta con la ventaja de que puede ser decorado con estampados que simulen mosaicas o motivos por el estilo.
Además, el revestimiento de liner es muy resistente al desgarro, a temperaturas extremas y a la decoloración provocada por los rayos UV. Los fondos de estas piscinas pueden ser lisos, lo cual resulta extremadamente adecuada en caso de que la piscina sea utilizada por niños o para practicar la natación (y es el más recomendado para las piscinas de escaso volumen); con desnivel, en el cual se combinan dos fondos (el liso y el desnivel) y se adapta sin ningún problema a las necesidades de una familia con hijos crecidos y, por último, los fondos con gran desnivel, ideal para los más deportistas y arriesgados, ya que se puede disponer de una zona de hasta 3 m de profundidad, dependiendo del modelo de piscina prefabricada. Cabe destacar que el tamaño de este tipo de piscinas puede variar mucho, ya que existen desde piscinas prefabricadas para niños muy pequeños hasta aquellas de medidas olímpicas.
