Características de las Rosas Floribundas
 Las Rosas  Floribundas son una especie de rosa resultante de la cruza  entre las Híbridas  Té y las Polyanthas. Sus características propias la  destacan sobre otras  variedades de rosas por su floración constante, a  diferencia de las habituales,  las cuales florecen una vez al año. A su  vez, la Rosa Floribunda cuenta con tres o más flores por tallo, de  diversas formas y colores, y  un follaje mayor, volviéndola en especie  de atractivo único.
Las Rosas  Floribundas son una especie de rosa resultante de la cruza  entre las Híbridas  Té y las Polyanthas. Sus características propias la  destacan sobre otras  variedades de rosas por su floración constante, a  diferencia de las habituales,  las cuales florecen una vez al año. A su  vez, la Rosa Floribunda cuenta con tres o más flores por tallo, de  diversas formas y colores, y  un follaje mayor, volviéndola en especie  de atractivo único. Por otro  lado, las Rosas Floribundas son  flores ideales para todo jardín. Esta especie  no necesita el cuidado  frecuente que se le debe otorgar a otros rosales. Como  decíamos  anteriormente, florecen constantemente, dando flores por mayor tiempo,   desde la primavera hasta entrado el invierno con la época de poda. 
Crecen  de  forma compacta, ubicándolas en el lugar perfecto serán de una gran  belleza e  importancia para el jardín general, mostrando sus diversos  colores como  abanicos abiertos en constante floración. Son menos  proclives a enfermedades y  plagas que los rosedales clásicos. 
Formas de cultivo de las Rosas Floribundas
En  primera instancia debemos destacar que  las Rosas Floribundas necesitan  una gran provisión de agua. El riego debe ser  abundante,  aproximadamente tres o cuatro veces por semana, sobre todo en  primavera  y verano. A su vez, también es indispensable que sean plantadas en   buena tierra. Se recomienda cambiar la tierra en donde va a ser  plantada. 
Por otro lado, en relación a la poda podemos recomendar que se haga en las semanas más intensas del invierno. Pasado el invierno, es recomendable comenzar a pulverizar cuando aparezcan las primeras hojas de primavera, hasta llegado el otoño, con fungicidas e insecticidas, en contra de hongos, mancha negra y pulgones.
Por otro lado, en relación a la poda podemos recomendar que se haga en las semanas más intensas del invierno. Pasado el invierno, es recomendable comenzar a pulverizar cuando aparezcan las primeras hojas de primavera, hasta llegado el otoño, con fungicidas e insecticidas, en contra de hongos, mancha negra y pulgones.
 
 
 
 
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