Cuando nos decidimos por comprar un natatorio tenemos que pensar no sólo en dónde lo ubicaremos, sus dimensiones y su mantenimiento, sino también en la protección para nuestra familia. ¿Qué tratamos de decir con esto?, a lo que nos referimos es a las posibilidades de que alguien caiga dentro de la piscina sin desearlo.
Son muchos los accidentes dentro de los natatorios, muchos más de los que la mayor parte de los individuos imagina; créase o no, muchas vidas se han cobrado por la falta de protección. Aquí entran a jugar un rol en extremo importante las vallas para piscinas, o cercos de protección.