En la actualidad, y gracias a los grandes avances que ha experimentado el diseño de piscinas durante los últimos 20 años, cualquiera que posea una piscina con las caracteristicas adecuadas puede personalizarla a gusto y agregarle todo tipo de accesorios (escaleras, trampolines, duchas, cascadas, etc.). En general, los accesorios más solicitados son aquellos que pueden utilizar los niños, especialmente los trampolines y toboganes acuáticos, o los referidos a cuestiones de seguridad relacionadas con la seguridad de los usuarios (baldosas antideslizantes, escaleras de fácil acceso, etc). Pero los trampolines para piscinas, que hace no demasiado tiempo no abundaban, pueden encontrarse hoy en día en cualquier piscina del mundo y se han convertido en el accesorio preferido de los más pequeños. Aún así, los trampolines pueden ser potencialmente peligrosos si no tomamos los recaudos necesarios, por lo que es muy importante elegir el trampolín que mejor se adapte al el tipo de piscina donde lo instalaremos y a la edad de los niños que lo utilizarán.
Los trampolines, que hasta hace unos años sólo se encontraban en las grandes piscinas olímpicas de competición, suelen fabricarse con aluminio, debido a que, por cuestiones de seguridad, deben ser muy flexibles y ligeros. Esto hace que sean muy resistentes y estables, pero a la vez capaces de soportar a un nadador de varios kilos saltando sobre él. De todas formas, los tamaños y resistencias de un trampolín para piscinas estarán directamente relacionados con el tipo de personas que lo use, es por eso que no será lo mismo un trampolín utilizado por un campeón olímpico de saltos, que aquel que instalemos en la piscina de nuestro jardín para que se diviertan nuestros hijos. Por lo tanto, es importante que podamos escoger el trampolín más adecuado para nuestra piscina, de modo que logremos reducir al mínimo las posibilidades de accidentes.
Los trampolines de piscina, como bien decíamos anteriormente, están hechos de aluminio, con el fin de lograr una resistencia y una flexibilidad difíciles de alcanzar con otros materiales. Antiguamente, los trampolines eran de madera, lo cual dificultaba y limitaba las posibilidades de un buen salto y aumentaba el riesgo de lesionarse seriamente en caso de sufrir un golpe. Es por ello que, luego de varios años, la madera fue oportunamente sustituida por el aluminio. Otra característica de los trampolines que cambió con los años, es la altura a la que se colocan por sobre el agua; hace no mucho tiempo, los trampolines para piscinas comunes se colocaban a unos tres metros sobre el agua, lo cual provocaba muchos accidentes, por lo que las medidas fueron disminuyendo y hoy en día es muy raro encontrar un trampolín en una piscina de jardín que supere el metro de altura (en muchos países, estas alturas están reguladas por reglamentaciones específicas). Las piscinas olímpicas, claro está, tienen otras medidas y, por ende, sus trampolines también.
Otro punto muy importante a la hora de escoger un trampolín para la piscina, es que éste sea de material inoxidable (se supone que, si es de aluminio, debería serlo) y antideslizante, para evitar peligrosos resbalones. Por lo demás, suelen ser bastante fáciles de limpiar, por lo que se aconseja desinfectarlos regularmente, teniendo en cuenta que los niños pasarán gran parte del día en ellos.
En cuanto a los diseños, existen trampolines de muchos motivos y colores (aunque los azules son los más tradicionales), por lo que los más pequeños de la familia seguramente se divertirán escogiendo el que más les guste. La textura de los trampolines generalmente está dada por una mezcla de cristal o arena machacada, que se adhiere a la pintura del color escogido. De todas formas, es preciso destacar que no es aconsejable variar demasiado en la forma, pues los trampolines con diseños más “vanguardistas” o arriesgados (por ejemplo, los trampolines dobles en forma de “u”) suelen representar un riesgo adicional para los niños. Afortunadamente, los fabricantes de trampolines para piscinas hace tiempo comprendieron que lo más seguro eran los bordes redondeados y sin punta, por lo que prácticamente todos los trampolines en la actualidad poseen ese tipo de bordes.
En relación a la instalación de los trampolines, si bien no es algo demasiado complejo o que requiera de un equipo especializado, es aconsejable encargársela a los mismos fabricantes, con el fin de asegurarse de que nuestro trampolín permanecerá lo suficientemente aferrado al borde de la piscina, y que nunca vaya a ceder ante el peso de quien salte sobre él. Una vez que el trampolín se encuentre correctamente instalado en nuestra piscina, será momento de disfrutarlo junto a nuestros seres queridos, siempre teniendo en cuenta que puede resultar un elemento peligroso si no es utilizado tomando los recaudos necesarios.Les recordamos algunos de nuestros servicios :
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