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Selección de plantas para arriates crevillent,novelda,el pinoso,san vicent del raspeig


La selección de plantas y el trazado de los arriates


Un macizo o un arriate de un jardín se pueden llenar con una sinfonía de flores seleccionadas para estimular, apaciguar o inspirar al observador con su belleza. Lo primero será elaborar un plan muy bien pensado, para después elegir las plantas que formarán ese jardín encantador. Las ideas del jardinero en cuanto a espacio y color se traducen, mediante las plantas en composiciones tridimensionales vivas. Es muy útil registrar en una libreta o cuaderno de notas las combinaciones agradables y los nombres de plantas especiales que llamen la atención, pues estos datos serán una ayuda eficaz para recrear determinados conjuntos.

Estrategias para elegir las plantas de los arriates

Las perennes, anuales y bulbos se complementan con sus etapas de floración y crecimiento; por lo tanto, planear un jardín que utilice estas tres clases de plantas es la forma adecuada de mantener el color, las fragancias y la belleza a lo largo del mayor tiempo posible. Si se combinan distintos tipos de plantas, se conseguirá ocultar el follaje ya marchito, se contará con una floración escalonada, y también se podrán llenar los huecos que en la distribución general se produzcan hasta que algunos ejemplares lleguen a su máximo desarrollo o terminen de florecer. Las plantas que se ven en las fotos adjuntas forman combinaciones en las que suman sus atractivos los distintos tipos que darán su floración a lo largo de toda la estación de crecimiento.

Combinaciones anuales, perennes, bulbos y rastreras

Cuando se empieza un diseño con plantas, es de gran importancia conocer y comprender los distintos ciclos vitales y su aprovechamiento. Las anuales, como su nombre lo indica, darán colorido sólo durante una estación de crecimiento, mientras que los bulbos y las perennes volverán año tras año. Es decir que las anuales ofrecen gran flexibilidad cuando se quieren cambiar los colores, las texturas o las dimensiones de un diseño; en cambio, se recurre a los bulbos y a las perennes cuando se busca la repetición de un mismo color y estructura todos los años. Además, no hay que olvidar que los bulbos y las perennes se multiplicarán hasta llegar a su madurez, y necesitarán que se haga una división, en tanto que las anuales han de eliminarse cuando terminan de florecer.

En cualquier caso, las anuales aportan su colorido a cualquier sitio. Si se las atiende como corresponde, su floración durará varios meses. Cuando se plantan en primera línea del jardín, ocultan el follaje marchito o amarillento de los bulbos de primavera y de las perennes de primavera y verano que ya hayan dejado de florecer. Son muchas las anuales que sirven muy bien para disimular las Leucothoe fontanesiana hojas y tallos de los narcisos y tulipanes, que necesitan seguir varias semanas en tierra, pues por su intermedio los bulbos hacen acopio de la vitalidad necesaria para su próxima estación de crecimiento. Los tulipanes que florecen tempranamente y los narcisos terminan su etapa justo en el momento en que la mayoría de las perennes de flor