Como mencionamos previamente, una vez que se efectúa el vaciado de piscina se debe proceder a limpiarla profundamente, además de --no menos importante-- la posibilidad de detectar los posibles defectos que se hayan generado en la estructura del estanque. Para eliminar la suciedad, necesitaremos detergente ácido y aclararemos mucho el agua con la que estemos limpiando, en caso de que existan grietas en el gresite y sean muy profundas haremos una lechada de cemento blanco y así rellenarlas, luego dejaremos al menos que se sequen por 8 horas. Luego aplicaremos un antialgas concentrado sobre toda la superficie de la pileta. Otro paso importante en este proceso es revisar el vaso, tal vez existan allí fisuras en las tuberías, o si es de obra, algunos de los azulejos puede haberse desprendido; para contrarrestar esta situación lo ideal es el epóxido. Este material consta de masilla con altas propiedades adhesivas, y su principal ventaja es que el agua no afecta sus características. Hemos efectuado el vaciado de piscina, arreglado los desperfectos y ahora es necesario limpiar a fondo, este trabajo se realizará con cepillos diferentes los cuales dependerán del material del vaso y ácidos --como el acido muriatico- que, al mismo tiempo, estarán condicionados por el tipo de natatorio. Antes de llenar la pileta debemos cerciorarnos de que el estado de la depuradora, la bomba de filtros y el skimmer, estén en perfectas condiciones.
