La desinfección de piscinas es fundamental si deseamos disfrutar el agua en sus condiciones más puras. Para que esta tarea sea realizada adecuadamente será necesario tener en cuenta algunos consejos. Primeramente debemos aclarar que el uso de cloro no es suficiente cuando necesitamos eliminar la totalidad de los gérmenes, debe complementarse con un buen desinfectante, éste, a su vez, debe cumplir con ciertos requisitos: no debe producir efectos de irritación en ninguna parte del cuerpo ni ser dañinos. Su efecto debe ser constante con el correr de los días, debe ser activo a bajas concentraciones, fáciles de medir e identificar y, principalmente, seguros; la desinfección de piscinas no es una tarea similar a una desinfección que realizamos en nuestra vivienda. Al contrario que los desinfectantes empleados en el agua para consumo humano, los aplicados en las piletas deben ser activos en ella, esto se debe a que deseamos eliminar una activa contaminación en las aguas y es por eso que la misma necesita una concentración permanente de desinfectante residual.
El cloro debe utilizarse de manera obligada, siempre combinado con los desinfectantes pertinentes; al primero podemos conseguirlo en cualquier tienda de natatorios y viene en consistencia líquida o en polvo para ser disuelto en agua; estos productos contienen un alto contenido en ácidos de cloro y son muy útiles para remover las incrustaciones calcáreas y depósitos orgánicos que se adhieren en las paredes como en los fondos. El mercado nos ofrece como alternativa agentes desinfectantes exentos de cloro, éstos son buenos siempre y cuando, al producto le agreguemos cloro por nuestra cuenta. La desinfección de piscinas es una tarea que incluye la eliminación de suciedad periódica como aquella que queda incrustada luego de meses de no utilización de la pileta; existen componentes especiales para terminar con la suciedad incrustada por el desuso del invierno.
A pesar de que estos químicos son mucho más fuertes y concentrados que los que estamos acostumbrados a aplicar, será necesario utilizarlos frotándolos para arrancar la suciedad que se acumula durante los nueve meses en donde dejamos de lado el estanque. Si encontramos algas, aplicaremos alguicidas los cuales funcionan gracias a la acción de amonios impidiendo que se formen nuevas algas, bacterias y demás gérmenes, eliminando al mismo tiempo los existentes; a la acción de este producto debemos combinarla con los reguladores de ph. Estos reducen el ph de las aguas para que éstas no sean agresivas con nuestra piel, el uso de dicho ácidos es fundamental para la salubridad de la pileta y, aunque no son nocivos, debemos ducharnos para eliminar sus resquicios químicos de la piel. Por último, la desinfección de piscinas requiere el uso de floculantes, éstos tiene como función eliminar los residuos que se quedan flotando en el agua, así como otros agentes limpiadores que no se han disuelto por completo. Como conclusión decimos que para una correcta desinfección de piscinas bastará con la correcta aplicación de cloro, floculantes, antialgas, desinfectantes y reguladores de ph; en caso de tener dudas con respecto a la cantidad que debemos agregar, consultaremos los valores en las tiendas de piscinas.
