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Como todo el mundo sabe, para mantener el agua de la piscina en perfecto estado, es necesario añadir productos químicos. Para añadir estas sustancias existen varios sistemas según la tipología de la piscina.

Los parámetros

El pH es el parámetro más importante a controlar en el agua de una piscina. Su valor es una medida del grado de acidez que tiene el agua, y de este valor depende la eficacia de los demás productos y la salud de toda la piscina. La medida oscila entre 0 y 14, menor que 7 indica que el agua es ácida y mayor, que el agua es básica.
Para ser ideal, debería estar entre 7.0 y 7.4. Como en la piscina entran usuarios, asi como el viento introduce también partículas extrañas, el valor de pH varia constantemente.
El siguiente parámetro importante es la concentración de desinfectante. Si es adecuado se impedirá que surjan patologías en el agua. La concentración, igual que el pH tiende a disminuir con el tiempo, debido a la aportación de materia orgánica por los usuarios. Si se usa cloro para desinfectar el agua la concentración debe oscilar entre los 0,6 y 1,5 miligramos de cloro por litro.

Uso privado o público

En instalaciones de uso familiar o privado, el mantenimiento de los parámetros en el nivel adecuado es relativamente sencillo, ya que el uso suele ser bajo, y no hay grandes variaciones. En las instalaciones públicas su uso es variable por lo que los parámetros cambian constantemente.
En ambos casos se deben dosificar los productos, ya sea de forma manual o automática. En el caso de la piscina particular, la forma manual puede ser suficiente, y si se elige un sistema automático es para resultar más cómodo al usuario, ya que así no tiene que estar pendiente.
Pero en una piscina pública es necesario un sistema automático que controle en todo momento la variación de los parámetros.

Equipos de medición

El esquema de los equipos de medición, regulación y dosificación es similar. Una muestra de agua llega al equipo mediante un bypass en el circuito de recirculación. El equipo mide las concentraciones y compara el valor obtenido con el que tiene establecido como correcto. Si son similares el equipo no hace nada, pero si existe alguna diferencia, manda una orden a las bombas de dosificación del producto para que estas inyecten la cantidad necesaria en la corriente de recirculación.
La medida del valor del pH se realiza a través de un electrodo de pH. Para medir el cloro existen dos sistemas: mediante un electrodo de reducción/oxidación (redox), y mediante una medida amperimétrica mediante una celda de cobre/platino.
Es mejor la segunda, ya que da la medida exacta del cloro libre, mientras que el redox, puede estar influenciado por productos diferentes al cloro.

Formas de medir

Los equipos de regulación existentes en el mercado presentan diferentes formas de medir las concentraciones.

Regulación de todo o nada:

Es la más elemental, cuando es necesario se dosifica siempre la misma cantidad de producto al sistema, con lo que no aporta una estabilidad constante.

Regulación temporizada:

Es algo más precisa que la anterior. Su funcionamiento se basa en una dosificación continúa producida después de un tiempo determinado cada vez que el valor medido no sea el adecuado. La precisión es baja ya que la necesidad de productos químicos no siempre es la misma.

Regulación proporcional:

Es, de momento el más eficaz. Los equipos tienen programados en su memoria una cantidad a dosificar que aumenta o decrece según el valor medido y el deseado. Con ello se consigue una constancia en los parámetros de la piscina, ahorrando además producto al usar sólo es necesario.