Características generales del jardín biológico
El funcionamiento básico de un jardín biológico radica en la utilización y reutilización de los desechos y residuos orgánicos, generados tanto en el jardín como en el hogar. Mediante el reciclaje de desechos orgánicos, se elaboran materiales indispensables para el crecimiento y la tierra del jardín. El compost, sea compost frío o compost caliente, se genera a partir de dichos residuos orgánicos, y de una futura elaboración.
Es fundamental un buen suelo, rico en compost y humus. Conjunto con restos de materia orgánica en descomposición, restos vegetales, como cáscaras de frutas u hortalizas, y desperdicios animales, se conseguirá abono de muy buena calidad, sumado a agua y aire, que influirá de buena manera en la calidad del suelo que dispongamos para plantar.

Elementos importantes para el jardín biológico
Además de fomentar la tierra en donde se plantará mediante el uso de abono natural o compost, otro elemento que será beneficioso para el cultivo o la plantación, son las lombrices. Un lombricompuesto es una buena opción para la fertilidad y los nutrientes del jardín.
Las lombrices se caracterizan por lograr ciertas consecuencias en el suelo, en tanto mejorar el drenaje, airear el suelo y conservación del agua en el suelo. No se recomienda la utilización de fertilizantes químicos, a no ser que sea muy necesario, con un suelo carente de de nutrientes que ponga en riesgo el crecimiento y el cultivo de plantas o flores. Existen productos semi-biológicos que pueden ser una buena opción.