Son imprescindibles por razones de higiene: para limpiar el sudor, y las cremas del cuerpo antes de introducirse en la piscina. Se pueden tener de obra, con solo la alcachofa saliendo de la pared o fijadas al suelo, siendo fijas o transportables.
Los materiales más comunes de las duchas y los lavapies para piscinas son las de acero inoxidable, pero también existen de plástico.
La ubicación más adecuada, es al lado de las escaleras de acceso a las piscinas, para facilitar su uso al bañista antes de introducirse al agua.