La importancia del espacio del jardín
El primer aspecto que se debe de tener en cuenta a la hora de plantar un árbol en nuestro jardín, es el del espacio que se dispone para hacerlo. Esta primera característica es la que determinará el tipo y la especie de árbol, pues, está claro, no se puede cultivar uno que exceda las dimensiones del espacio verde doméstico.
El lugar en que se plantará el árbol también es muy importante. Las características del suelo, el sitio dentro del jardín, son detalles más que importantes, pues debe contar con una buena humedad, con una importante cantidad de luz y con el alimento indispensable para que crezca.
También, otra consideración relevante a la hora de plantar un árbol, es la de no afectar a las demás plantas y flores que crecen en nuestro jardín. El árbol, después de crecido, puede interrumpir la luz de sol que éstas necesiten, así como puede quitarles el alimento que requieran.
Especies de árboles adecuados para el jardín
Por las razones explicitadas en los párrafos anteriores, es que el lugar propicio para plantar el árbol, es tanto o más importante que la especie de árbol que se plante.
Siguiendo adelante, destacaremos ciertas características generales de los árboles. Categorizando, los árboles pueden ser cónicos, llorones, extendidos o fastigiados. Estas diferencias hacen referencia a las formas de los árboles. El espacio del que se disponga determinará el tipo de árbol.
En un espacio chico, los árboles fastigiados pueden ser la mejor opción, mientras que si se cuenta con un espacio mayor, los árboles extendidos son también propicios.
En el orden estético, es importante saber sobre las formas y los colores que tomarán una vez crecidos. Una muy buena opción puede ser las coníferas. Dentro de estos, el enebro, el arce, el ciprés, el pino, el cedro y el arce. Los árboles ornamentales también son clásicos para el jardín. El Guillomo, el Cerezo Japonés y el Gingo, le darán un toque de color y calidad al ambiente.