Los fabricantes de piscinas deben ser los profesionales que nos guiarán en nuestro proyecto; el mismo debe ser ejecutado cuidadosamente siguiendo una serie de pautas y pasos que no pueden obviarse si queremos obtener resultados satisfactorios. Primeramente debemos establecer un presupuesto; éste estará limitado por materiales, mano de obra y tiempo de construcción, entre otros factores. Antes de elegir el material con el que confeccionaremos la piscina, debemos considerar el precio por metro cuadrado, el mantenimiento necesario y el tiempo que llevará poner el bien terminado en servicio. Debemos, a su vez, consultar con los fabricantes de piscinas si necesitamos un permiso o licencia de construcción y el tipo de equipos que necesitaremos para el posterior mantenimiento. En el presupuesto debe estar reflejado con total claridad todos los detalles y los datos de la obra, no es aconsejable fiarse de los “accesibles” porque puede costarnos más caro aún, la calidad hay que pagarla.
Una vez que tenemos fijado el valor de la obra (sin haber elegido los materiales aún) debemos considerar el sitio a ubicar el estanque, éste debe ser tranquilo e íntimo y es por eso que se sitúa, habitualmente, en la parte trasera de la vivienda. No nos olvidemos de la vegetación, ésta puede provocar problemas si construimos el natatorio cerca de árboles; existen tres aspectos que pueden interrumpir el disfrute de la pileta: los árboles con raíces agresivas, es decir los que dañen la construcción metiéndose por tuberías o levantando parte del pavimento; las hojas y residuos abundantes y la sombra excesiva. Los fabricantes de piscinas aseguran que las plantas y los natatorios pueden convivir perfectamente pero para eso se deben plantar, cerca de ellos, árboles pequeños que no sean problemáticos tales como limoneros, naranjos, laureles, adelfas, palmeras y nísperos. Los modelos de estanques son muy diversos; los más comunes son los rectangulares ya que resultan más fáciles de construir y se aprovecha mejor el terreno; los modelos curvos y arriñonados ocupan una superficie mayor y si la pileta es pequeña se desperdicia mucho terreno, además suelen ser entre un 5% y 15% más caras para el mismo tamaño que una rectangular.
