El sistema más eficaz y equilibrado en la proporción calidad-costo probablemente sea la bomba de calor. Lo que hace este dispositivo es mantener el agua de la piscina a una temperatura adecuada, sin importar la temperatura del ambiente. Una gran ventaja que ofrecen las bombas de calor es su sencilla instalación y su mantenimiento, que resulta muy simple y no suele generar ninguna complicación en particular. Además, su consumo suele ser bastante bajo, por lo que no generará grandes gastos. Para lograr un baño cálido y agradable durante el invierno o épocas de baja temperatura, se recomienda que el agua se mantenga siempre entre los 26º-29º. En general, estas bombas de calor deben ser colocadas en el exterior, en caso de que sea una piscina cubierta, y sobre una superficie estable.
