Su nombre común es Jinjolero o Azufaifo.
El nombre científico de esta planta medicinal es Zizyphus jujuba
El Azufaifo pertenece a la familia Rhamnaceae.
El azufaifo es un arbusto espinoso, puede llegar a medir más de 10 m. de altura pero habitualmente mide 2 m. y medios, con muchas ramas en forma de zig-zag.
Las hojas del Azufaifo no son perennes, y son de 2 a 7 cm. de largo.
Son de forma oblonga, y de color verde claro brillante.
Las flores de esta planta medicinal son pequeñas, de color verde amarillento y nacen conglomeradas en la axila de las hojas.
Es una planta medicinal muy longeva, soporta condiciones áridas o semiáridas.
Esta planta medicinal florece en verano y sus frutos llamado azufaifas maduran con la llegada del otoño.
Estos frutos de esta planta medicinal son de color rojizo al llegar a la madurez y tienen forma de drupa globosa de unos 2 a 3 cm de longitud.
Con fines medicinales se utilizan: los frutos, las hojas y la corteza de las ramas de esta planta.
En los frutos de esta planta medicinal podemos encontrar: taninos, glucósidos, vitamina C y mucílago.
Las raíces del Jinjolero se han utilizado contra la fiebre.
En la corteza de Azufaifo hay taninos (aunque en menor cantidad); y en las hojas encontramos glucósidos, taninos y algunos ácidos como el ácido zizífico.
Estas partes distinta de la planta, tienen propiedades diferentes.
El fruto de esta planta medicinal es principalmente demulcente y vitamínico; la corteza tiene propiedades astringentes, anti diarreicas, y se aplica en casos de faringitis y eczemas; y las hojas son astringentes y también bajan el nivel de azúcar en sangre (para la diabetes).
Recetas de esta planta medicinal:
Decocción: Se coloca una cucharada de hojas y la corteza de esta planta medicinal por taza, se hierve durante 5 minutos y se toman de 4 a 6 tazas al día.
Esta decocción de Azufaifo también puede ser utilizada de forma de compresas, lavados, gárgaras, etc. Es conveniente prepararla más concentrada que para beber y hervirla durante 10 minutos.
Los frutos (azufaifas) se pueden comer (no más de 6 y 9 frutos diarios) en estado fresco y poseen un suave efecto laxante debido a su gran cantidad de mucílago. No son nada sabrosos y se digieren con dificultad, por lo que no resultan muy recomendables.