Pero el bromo para piscinas está alterado de forma tal que no afecte la salud del bañista, si bien de todas formas siempre debemos ser cuidadosos con su aplicación; esta sustancia se disuelve de forma fácil en el agua, cuando se añade a ésta, forma iones hyprobromite los cuales se encargan del proceso de desinfección. El bromo es descubierto en 1825 por C. Lowig, un estudiante químico alemán que estaba llevando a cabo una investigación en aguas de pantano que eran ricas en bromuro de magnesio; cuando elimina el cloro, e inyecta gas en la solución, surge el bromo. A partir de sus investigaciones, las aplicaciones del bromo se fueron perfeccionando y, al mismo tiempo, expandiendo, es así como luego de estudiar todas sus propiedades, se empieza a fabricar bromo para piscinas el cual tenia como objetivo dejar el agua libre de microorganismos y *complementar* la tarea del cloro. Hoy en día, esta sustancia posee diversas finalidades, la más conocida es la producción del color “morado” aunque parezca extraño; también se lo emplea en la producción de bromo de etileno, como retardador de llama, en campos de la medicina, fotografía, en la producción de aceites, en pinturas y pesticidas.