Como mencionamos previamente, las cubiertas telescópicas para piscinas vienen en diferentes modelos; las más innovadoras poseen sistemas automáticos de apertura y colectores de energía que utilizan el “efecto invernadero” para recoger calor. Todos los amantes del agua se enfrentan al mismo problema: las malas condiciones climáticas y la polución; es por esto que invertir en una cubierta telescópica para piscinas de calidad es una inversión más que importante y por consiguiente, su adquisición debe ser analizada minuciosamente de cara a conseguir los mejores resultados. El planeta es sufriendo distintas formas de contaminación como, al mismo tiempo, está siendo azotada por fenómenos casi incomprensibles, entre ellos encontramos el efecto invernadero; pero no todo aquí es negativo. Debido a la tendencia de este problema, los fabricantes de cubiertas vieron la posibilidad de construir una de ellas que funcione recolectando el calor que este efecto suele producir.
Es así como nacen las cubiertas telescópicas para piscinas; las mismas son capaces de elevar la temperatura del agua de 10ºC a 12ºC, en función de los materiales, de la estanqueidad y de los espesores de sus vidrios. Es por esto que cuando mantenemos al natatorio cercado con ella, el tiempo de disfrute del agua es mucho mayor. Además no nos olvidemos de que este tipo de accesorios nos protege de la contaminación atmosférica cuidando el estado de higiene del agua lo que resulta en un mantenimiento menos engorroso y más económico. Otra de las ventajas de los techos retractiles para piscinas radica en la seguridad que nos brinda; este sistema no puede ser penetrado por niños o mascotas una vez cerrado, como las mismas son automáticas, se requiere de un mando a distancia para poder abrirlas como cerrarlas, de modo que basta con tener cuidado con no dejar este control remoto suelto por allí. De esta forma los niños pueden jugar seguros en nuestro jardín sin tener que prever un posible accidente.