• Ceroxylon quindiuense (Palma de cera del Quindío) es una palmera que puede alcanzar 60 metros de altura, siendo la planta no ramificada más alta del mundo. Hay árboles, como las Secuoyas, que sobrepasan los 100 m., pero son plantas ramificadas.
• Corypha umbraculifera, con una inflorescencia de 7 m. de alto por 3 de ancho y 24 millones de flores, es la inflorescencia más grande del mundo.
• Raphia regalis tiene hojas de 24 m. de largo y son las más largas de la naturaleza.
• Loidocea maldivica tiene frutos de 40 cm. de ancho y 1 m. de perímetro y puede pesar más de 30 kilos. Es el fruto de mayor tamaño que existe entre las especies arbóreas. Esta palmera, originaria de las Islas Maldivas y de las Seychelles, tiene unas leyendas (de tipo sexual) muy interesantes. Mira el fruto de la fotografía inferior.
Tener palmeras en nuestros jardines o interiores es una delicia. • Una palmera solitaria, aislada en el jardín, es muy elegante. También queda fenomenal un grupo de 3 unidades de la misma especie con distintas alturas. • Cerca de la piscina dan un ambiente tropical y además no ensucia el agua tirando hojas como los árboles. • Cultivadas en macetones, las podemos sacar en primavera y verano al jardín, terraza, porche o patio, y resguardarlas cuando lleguen los fríos. • En interiores son muy elegantes y tremendamente agradecidas. Las palmeras son unos de mis grupos favoritos. Te aseguro una cosa: si se despierta tu interés por ellas no te defraudarán |