Características del ciruelo
El ciruelo es, sin dudas, una de las mejores elecciones que se pueden tomar para darle color a nuestro jardín. El carácter ornamental que ha tomado en los últimos tiempos, acentúan los atractivos que de por si tenía, en referencia a su popular fruto: la ciruela. A su vez, el ciruelo, es un árbol que no necesita de cuidados excesivos ni de mucha experiencia para su cultivo.
Procedente del grupo de las rosaceae, el ciruelo cuenta con muchas variedades dentro de su especie. Algunos ejemplares son arbustos, mientras que otros llegan a ser árboles con alturas de cinco metros. Su belleza no se remite únicamente a una estación del año en particular, sino todo lo contrario. La primavera ofrece hermosas flores rosas y blancas, mientras que en otoño, sus hojas toman un tinte particular.
Terrenos, jardines o huertos, donde sea que se cultive, el ciruelo le dará un toque único de color y belleza, mientras que con la llegada del verano, ofrecerá sus deliciosos frutos. Las ciruelas pueden ser rojas o amarillas, y contienen buenas vitaminas, además de ser útiles para jarabes y mermeladas.
El cultivo del ciruelo
El cultivo del ciruelo es preferible realizarlo a fines del otoño. Las semillas se pueden adquirir fácilmente en cualquier jardinería o vivero. Como decíamos en un principio, no el cultivo del ciruelo no presenta grandes dificultades, así como su mantenimiento, dado que tolera satisfactoriamente diferentes climas. El riego no debe ser abundante, aunque si constante, en pos de que el suelo no pierda la humedad.
Tolera perfectamente las podas, así que también es posible adecuarlo a diferentes espacios, así como a macetas o setos. La sencillez de su cultivo y sus fáciles cuidados, hacen del ciruelo una excelente opción, tanto para dar color al jardín, como sabor a nuestra mesa.