Criar llamas, una mascota diferente
Redescubierta más temprano en Norteamérica que en América Latina, la  llama es una mascota mansa y cariñosa, de la cual se ha comprobado que  posee una habilidad natural para el pastoreo. Tome nota: la llama cuida y  acorrala el rebaño mejor que los perros adiestrados para el efecto. En  la actualidad se exporta desde Chile y Perú a Estados Unidos, Australia y  otros países, justamente por esta cualidad y porque además su carne,  muy pobre en grasas saturadas (colesterol), es apetecida en esos países.  Junto con el huemul, la alpaca, la vicuña y el guanaco, pertenece a los  auquénidos, mamíferos rumiantes muy propios de América del Sur. También  se les denomina "camélidos americanos" y habitan principalmente en las  zonas cordilleranas. 
Curiosamente se sabe poco de la llama, cuyo  potencial económico permanece casi inexplorado. Uno de los pocos  especialistas de la zona central es el agrónomo Oscar Gonzalo Marín, del  Criadero Santa Inés, de San Felipe, quien nos reveló algunas de las  ventajas que están contribuyendo actualmente a revalorizar la crianza de  este animal. A su juicio, su aporte a la ecología agrícola es  muy importante, debido a sus hábitos digestivos y a su conformación  física. "El aprovechamiento del guano, de muy buena calidad -señala-, en  fruticultura iguala a los beneficios del estiércol de cabra, con la  diferencia de que las llamas no contaminan el prado, porque lo depositan  exclusivamente en las fakias, lugar que ellas eligen para hacerlo  invariablemente". 
Se alimentan de pasto, maleza y hierba en  general, de los cuales hacen una reconversión más eficiente que otros  animales lanígeros, y cuidan el césped a través de su selectividad del  material herbáceo. Asimismo, el suelo no sufre alteraciones negativas,  debido a que poseen un cojinete plantar que evita su compactación o  endurecimiento por efecto de sus pisadas. 
"Por todas estas  razones -opina Marín-, la especie es altamente beneficiosa para el  ecosistema agrícola. Por fortuna, en la actualidad se está comprendiendo  el valor de estos animales como reserva genética". 
El profesional aconseja la cría de llamas   como alternativa de invierno para la agroindustria, tanto como para  sectores marginales de la agricultura, para aprovechar el valor agregado  de su lana.
La esquila
La esquila de la llama se  efectúa en octubre y no difiere mayormente del sistema aplicado a la  oveja. Por lo general, la realizan los mismos trabajadores  especializados que se contratan una vez al año para los ovinos. Ellos  conocen también las labores de limpieza y selección de la lana. En la  llama, además de otros patrones de clasificación, tiene alrededor de 22  tonalidades distintas en un solo ejemplar. 
Con relación a la  lana de alpaca, cuya fibra se presta para la elaboración de tejidos  finos de prendas de vestir, fa fibra de la llama tiene un mayor  porcentaje de pelo. Su textura y firmeza la convierten en un excelente  material para la confección de alfombras y choapinos. Se cree que su  aprovechamiento será bastante más variado y ventajoso cuando se estudie  más ampliamente su explotación como recurso textil. 
En algunas  ciudades nortinas, como Arica, Iquique, Antofagasta, Tocopilla y Calama,  su hábitat originario, se teme su extinción, debido a que su carne, de  calidad superior a muchas otras, es muy apetecida y solicitada. 
En  la zona central, en cambio, el valor del animal vivo no justifica su  sacrificio. Para adquirirlo, quienes lo crían en forma doméstica toman  en cuenta sus otras cualidades; es el caso de los dueños de parcelas,  pues la llama es una mascota tierna, tremendamente mansa y manejable. 
El clima y los cuidados de las llamas
Las  llamas se crían bien en cualquier clima y no requieren de cuidados  mayores que los habituales para cualquier animal doméstico. Vale decir,  basta con los controles mínimos, vacunas y desparasitaciones comunes a  las especies mayores en general, que un veterinario prescribe. 
Se  reproducen sin dificultades y sus crías nacen prácticamente  desarrolladas y en buenas condiciones para sobrevivir. Sólo se debe  tener el cuidado de quitar a los recién nacidos una telilla que los  envuelve, para evitarles la asfixia. 
La llama no es agresiva,  pero sí muy curiosa. Constituye un atractivo especial, que capta la  atención de la gente tanto como a ella le impresionan los humanos. Se  acerca sin temor a las visitas desconocidas, para observarlas, y  conquista rápidamente con su mansedumbre. 
Uno de los más  importantes criaderos del país, conducido por la familia Von Baer, se  encuentra en Gorbea, al sur de Temuco, mientras que en Magallanes  actualmente se desarrolla un proyecto de establecimiento y  multiplicación de la especie en la zona. Consiste en un estudio llevado a  efecto mediante un convenio entre Chile y Argentina, para crear una  alternativa productiva de lana y carne. 
En ambos casos, tanto en  Gorbea como en Magallanes, se han obtenido excelentes resultados en  materia de fertilidad y calidad del ganado. La llama se adaptó bastante  bien a los rigores del clima austral, simplemente produciendo más lana. 
  Es una alternativa útil para quienes acogen la vida animal en sus  parcelas. Si usted lo hace, contribuirá a mantener este patrimonio  ecológico nacional, cuyo valor fue reconocido hasta hace muy poco  únicamente en los pueblos altiplánicos