Decoración con colores del jardín
Si los distintos elementos que conforman una parcela -la casa, el  jardín, los espacios de agrado, las bodegas, etcétera - armonizan entre  sí, el resultado será el que todos esperamos: un sitio agradable para  vivir...y mirar. 
Para conseguir esa armonía, la vegetación juega  un rol fundamental, pudiendo - a través de ella - unir, ocultar o  destacar cualquiera de aquellos elementos. Y muy importante es el  jardín, uno de cuyos componentes es el color, gracias al cual se puede  romper la monotonía del lugar y crear sorprendentes efectos que sin duda  le darán un toque de real belleza. 
 Hoy se han desechado las formas  rígidas y geométricas en el jardín, tratando de lograr un efecto de  espontaneidad con rincones que no parezcan planificados. "De hecho -  escribe un especialista-, raramente se observa en un grupo o macizo  boscoso o arbustivo una secuencia de plantas dispuestas ordenadamente  una al lado de otra. La mayoría de las veces, zarzas y árboles se  yuxtaponen de tal manera que queda armónicamente confundida al menos una  parte de su perfil. De ese modo, las masas se compensan, los colores se  confunden y se atenúan los desequilibrios". 
Los contrastes pueden  ser agradables y hasta espectaculares -sigue aconsejando el experto-,  pero son peligrosos y difíciles de conseguir, pues habría que poseer un  sentido particularmente sutil de la medida, del equilibrio de los  volúmenes y del juego de las proporciones para realizarlos en la manera  justa. Es mejor agrupar árboles y arbustos de estatura más o menos  igual, aprovechando hábilmente el tono del follaje, la forma de las  hojas y el color de las flores o de las ramas". Es éste, el del  color, un tema muy vigente en esta época del año, ya que es la más  conveniente para introducir modificaciones radicales.
Trabajando con los árboles
Lo  primero que se debe hacer en busca del mejor colorido en el jardín es  trabajar con los árboles, ubicándolos según las necesidades, pero sin  olvidar dos factores: 
- Considerando las diversas épocas del año, cada ejemplar presenta entre 2 y 3 colores; en el período de floración, las hojas están verdes; los colores de la gama de los cafés o rojizos se observan durante el otoño, en el caso de los caducos, y las gamas del verde y la floración en los perennes. Estos cambios de colores hay que preverlos para lograr buenas combinaciones.
 - En una parcela no se puede plantar un árbol solitario 0 aislado, porque se perderá su aporte al conjunto; la excepción sólo se justifica si se quiere destacar ese ejemplar en particular. Lo correcto es ubicarlos en grupos de tres y ojalá plantados formando un triángulo. Así, desde donde se les mire, siempre habrá uno adelante y dos laterales respaldándolo. En espacios demasiado amplios se necesitan volúmenes con fuerza.
 
Por  ejemplo, se pueden poner en algunas zonas del jardín ginkgo biloba, de  color amarillo en el otoño, y liquidambar, rojo en la misma estación;  para contrarrestar el efecto se debe elegir un árbol de hoja  persistente, como el magnolio. Si el lugar está cerca del agua, se  pueden utilizar abedules -sus hojas en el otoño se ponen cafés - y  sauces. 
Otra forma de agregar color es a través de las flores de  los árboles. En primavera podrán lucir maravillosos el magnolio  escarlata (de flores rojas), el magnolio soulangiana (de flores blancas)  o los crespones (en los que se observan muchos colores). Como son  árboles caducos, es recomendable localizarlos más cerca de la casa,  cuidando que el color de sus flores armonice con el de la vivienda. 
En  pérgolas, aleros o sobre panderetas es conveniente poner bugambilias,  flores de las plumas y rosas de pie alto. Y si quiere árboles que  destaquen como elementos puntuales, puede recurrir a palmeras de todo  tipo, araucarias, coníferas y tulípero caduco.
La decoración con arbustos
En  lo que respecta a los arbustos, en general sirven de apoyo a los  árboles. Si usted ha plantado árboles caducos, es recomendable poner  junto a ellos estenocarpus, arbustos de hoja perenne de color rojo.  Tratándose de árboles perennes, recurra al berberis, también rojo. 
También  los arbustos se sitúan en forma triangular, o, desde luego, uno al lado  del otro, si se pretende tapar una pared. Lo importante es jugar con  los colores en forma degradé -es decir, de los más intensos a los más  suaves- y por ningún motivo, según sus tonos contrastantes, plantarlos  uno por medio, porque el efecto será discordante. 
El verde  intenso podemos obtenerlo de los arbustos perennes: pitosporum,  viburnum, o laurentina, el que además florece hermosamente; un verde más  claro está en los jazmines, tilo alemán y abutilón. Por último, los  variegados -cuyas hojas tienen distintos colores, desde el verde al  amarillo-, como el ligustro y el euvorimus variegata, deben usarse en  grupos muy puntuales, como pinceladas de esos colores entre medio de las  gamas de los verdes.
La magia de los cubresuelos y plantas bajas
En el nivel de los cubresuelos es donde debe estar el color propiamente tal, pues lo demás serán cortinas de apoyo. 
El  color de los cubresuelos debe mantener relación con la gama de  coloración de las hojas y flores de los arbustos y árboles del sector  del jardín. También su colorido debe ir 
en degradé, sin mezclar  diversos colores. Lo ideal es que el área que ocupen los cubresuelos sea  amplia, para que se aprecie como una gran masa verde, o de otro color,  respaldada por los demás niveles del jardín. 
Se pueden utilizar  manzanillones enanos, plantas perennes que prácticamente todo el año dan  flores blancas o amarillas. También sirven la yuca, los polfgonum - que  dan flores rosadas -, los rayos de sol, la vinca como masa verde,  etcétera. 
Por último, en los distintos niveles del jardín, el pasto es el gran unificador de todos los elementos mencionados. 
Prácticamente  en todas las parcelas nos encontramos con un problemático lugar de  sombra, debido a árboles demasiado frondosos, y es difícil que algo  crezca bajo ellos por lo frío y húmedo de ese mini ambiente que de sólo  mirarlo ya da esa impresión. 
Tiene soluciones. Para darle  calidez, nada mejor que poner debajo arbustos como las camelias y los  rododendros y plantas más bajas como la azalea, la hortensia y los  juníperos. Ahora, si necesita árboles de sombra, son recomendables los  cedros y el ilex. 
Así podrá convertir en un lugar acogedor el que suele ser un espacio frío y aparentemente descuidado, sin mayor utilidad. 
  De esta forma, y haciendo uso de su imaginación y gusto, podrá  convertir su parcela en un armonioso conjunto de colores, aprovechando  los meses de invierno para plantar