Además de que las gravas filtrantes son muy económicas, poseen ciertas características que hacen de este pequeño equipo un producto sobresaliente, entre ellas podemos nombrar que el agua pasa a través de un lecho de arena fina a razón de 0,1 a 0,3 metros cúbicos por hora. Funcionan tanto con aguas de alta turbiedad como de baja turbiedad; en la superficie del lecho se forma una película filtrante la cual contiene material orgánico e inorgánico retenido que luego será despedido fuera de la piscina. La actividad biológica del agua y su vida útil se extienden significativamente y por último decimos que la limpieza de la grava se realiza raspando unos pocos centímetros de la parte superior del lecho filtrante y reiniciando posteriormente el proceso de filtración. Su construcción está hecha en PVC, su material filtrante está compuesto por arena de grabo uniforme, grava, trozos de carbón vegetal y pedazos de piedra pómez; en algunos modelos, los cuales no cuentan con bactericidas, se debe agregar desinfectante tales como hipoclorito de calcio o líquido comercial en dosis apropiadas a los volúmenes que deben tratarse.